Billie Eilish, con tan solo 20 años, ha logrado construir un gran imperio alrededor de su música. Con grandes hits como Bad guy o Happier than ever, en 5 años se ha posicionado en los puestos más altos de las listas musicales, pero, como muchos otros artistas, también ha utilizado su plataforma para hablar de diversos problemas que han hecho que su impacto en la industria trascienda mucho más allá de su gran capacidad vocal y su inegable talento musical.
Con la llegada de las nuevas modas enfocadas hacia el bienestar mental muchas veces se ha conseguido un resultado completamente contrario a la intención principal. Vender constantemente la idea de que hay que estar bien puede hacer que olvidemos que para lograr esa meta, debemos transitar por las emociones negativas. Esta constante batalla contra el tabú que supone los problemas emocionales en nuestra sociedad, es uno de los principales enfoques que le da Billie Eilish a su imagen pública.
A través de los proyectos musicales que han llevado a la artista al estrellato, Eilish habla en sus canciones desde temas como la depresión, hasta los problemas de imagen personal, abriendo así numerosas conversaciones alrededor del mundo, sobre los extremos a los que puede llegar la salud mental de una persona en la actualidad.
«Creo que, en general, la gente se siente incómoda cuando se tratan estos asuntos porque, cuando no experimentan este tipo de infelicidad, no pueden entender lo que es», dijo la artista en una entrevista con el locutor de radio Zane Lowe. Debido a este enfoque que le ha dado a su carrera, sus canciones han abierto un espacio para que sus fans se identifiquen con los sentimientos negativos que son comunes para todas las personas pero que pasan desapercibidos en la actualidad.
When We All Fall Asleep, Where Do We Go?
Su primer álbum de estudio When We All Fall Asleep, Where Do We Go? nos abre una pequeña puerta hacia la mente de Billie, donde podemos encontrar varios tipos de canciones y ritmos que nos ayudan a comprender muchos de los procesos por los que pasaba la artista en sus años adolescentes.
La canción Listen before I go está construida con base en los episodios depresivos de Eilish y los pensamientos autodestructivos que pasaban por su cabeza. Esta temática, a pesar de muchas veces ir acompañada de letras sobre ruptura o amor, es recurrente en su discografía a través de melodías muy suaves y lentas.
Pero cuando hablamos de salud mental, también debemos mencionar los factores que la empobrecen. Xanny es otro tema de Eilish en el que realiza una crítica a la glorificación de las drogas que percibimos en la industria actual y el impacto que esto puede tener en las generaciones más jóvenes. La canción refleja el daño que puede hacer la presión social por consumir cualquier tipo de droga y la incomodidad que esto puede suponer para aquellos que sencillamente no quieren hacerlo, todo esto lo representó, de forma magistral, con una metáfora sobre el humo y lo asfixiante que puede llegar a ser.
Esta etapa finalizó con la publicación de un documental llamado Billie Eilish: The world’s a little blurry que relata su subida a la fama en los últimos años y también pone de manifiesto muchas de las consecuencias negativas que tuvo para la joven artista y el impacto que tuvo en su salud mental.
Happier Than Ever
Tras el éxito de su primer álbum y sus siguientes proyectos, la fama de Billie Eilish aumentó y con ella la presión y los estándares a cumplir como artista femenina. Como muchas otras mujeres en su posición, pasó de ser una cantante adolescente a un cuerpo objetizado por los medios, aumentando las críticas a su imagen al igual que a su papel en la industria.
Con la llegada de su segundo álbum Happier Than Ever comenzó una nueva etapa en la carrera de Eilish. Tras lidiar por varios años con las consecuencias directas de la fama, con este álbum llegó una imagen de la artista mucho más segura y satisfecha por la posición en la que se encuentra.
Al mismo tiempo lanza Not my responsibility, un pequeño corto que se convierte en la base para una de las canciones del álbum, que la artista aprovecha para enfatizar su mensaje hacia aquellos que se dedican a criticar su cuerpo y el de otras mujeres en la industria. Expresando que la percepción que otras personas tienen de su físico no es su responsabilidad, Eilish se unió al movimiento de aceptación de las distintas variedades de cuerpos que encontramos en la sociedad y en la crítica hacia los estándares injustamente impuestos a las mujeres.
Siguiendo con esta temática, Male Fantasy hace una breve mención al daño que ha hecho la industria pornografica en el papel de las mujeres en las relaciones sexuales y cómo muchas veces se generan expectativas completamente irreales hacia ellas en sus relaciones y el impacto que estas expectativas pueden tener en las niñas y adolescentes que se ven presionadas a cumplirlos.
Alrededor de este proyecto musical, Eilish resalta en varias ocasiones su experiencia con las relaciones abusivas y el efecto que esto ha tenido en su vida, al igual que en su imagen personal. Canciones como Your Power hablan de este tipo de relaciones y resaltan lo sencillo que es para algunas personas en posiciones de poder, abusar de él para aprovecharse de otros. Happier than ever, la canción que le da título al álbum, también hace pequeños guiños a este tema y sobre todo resalta cómo este tipo de situaciones desconfiguran completamente la vida y las relaciones de la víctima.
Está bien no estar bien
Billie Eilish se ha unido a un gran grupo de artistas que promueven la visibilización de las verdaderas consecuencias de una mala representación de la salud mental y de lo importante que es generar conversaciones para normalizar situaciones que muchas personas sienten que deben afrontar solas.
Por esta razón, la presencia de voces que aprovechan su plataforma para construir espacios de bienestar, puede ayudar a aquellos que están pasando por un mal momento, ya que ver reflejados sus sentimientos en las palabras de alguien a quien admiran, es muchas veces el empujón necesario para abrir las conversaciones importantes para mejorar y conectar con las personas a su alrededor que pueden apoyar y visibilizar, un problema que hemos dejado bajo la alfombra durante mucho tiempo.