La prevalencia del sobrepeso en la población infantil canaria de 6 a 9 años es del 24,5 % y de la obesidad del 18,5 %. Foto: PULL

«Canarias es la segunda comunidad con mayores tasas de obesidad infantil»

Ciencias de la Salud

Irina Brito Delgado es dietista y nutricionista en activo. Licenciada en el máster de Entrenamiento y Nutrición Deportiva en la Universidad Europea en Madrid (UEM) cursa, en la actualidad, el programa de doctorado en la ULL en Ciencias Médicas y Farmacéuticas, Desarrollo y Calidad de Vida. Entre sus objetivos, se encuentra el dar visibilidad y buscar soluciones a enfermedades como la obesidad infantil (OI) en Canarias. Según el estudio ALADINO, las cifras de sobrepeso-obesidad alcanzan el 44,2 %.

¿Cómo se desarrolla la obesidad en los menores? «El desarrollo de la obesidad infantil está relacionado con múltiples causas, pero fundamentalmente con unos inadecuados estilos de vida saludable: alimentación insana, consumo de alimentos ultraprocesados, bollería y bebidas azucaradas, baja ingesta de frutas y verduras… También con el sedentarismo y con hacer poco ejercicio o pasar mucho tiempo delante de la televisión».

¿Qué repercusiones para la salud puede tener la obesidad infantil? «Las repercusiones son varias. La obesidad es un estado proinflamatorio que aumenta el riesgo de enfermedades crónicas ligadas a personas mayores como hipertensión arterial, dislipemia, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hígado graso no alcohólico, asma, apnea del sueño, problemas músculo-esqueléticos y hasta trece tipos de cáncer».

¿Puede la obesidad acortar la esperanza de vida? «Sí, padecer obesidad en etapas tempranas de la vida aumenta la probabilidad de muerte prematura en la edad adulta. Se estima que ocho de cada diez jóvenes van a seguir padeciendo sobrepeso u obesidad en la etapa adulta. En parte, por la hiperplasia adipocitaria que se produce. Tienen más capacidad para almacenar grasa corporal, porque tienen más tejido graso».

«La obesidad condiciona la esperanza de vida en la edad adulta y aumenta la probabilidad de muerte prematura»


¿Existe relación entre el peso de la madre embarazada y la obesidad infantil? «Sí. Existe una programación fetal desde que el bebé está en el útero de la madre como que tenga un alto Índice de Masa Corporal (IMC) cuando se queda embarazada, que padezca diabetes gestacional o diabetes tipo 2, picos de hiperglucemia en el embarazo o aumento excesivo de peso durante el embarazo. Por ello, puede cambiar los marcadores epigéneticos del bebé y aumentar las probabilidades de que exista obesidad infantil».

¿La población joven con obesidad es más propensa a desarrollar enfermedades metabólicas y cardiovasculares? «Sí, porque tienen un estado proinflamatorio constante. A eso se le añade un alto consumo de alimentos ricos en grasas animales, ultraprocesados, exceso de hidratos de carbonos y azúcares simples que están directamente asociados a problemas cardiovasculares y metabólicos».

¿Por qué en Canarias hay un índice más alto de obesidad infantil? «Puede ser debido al nivel socioeconómico. Las familias no acceden a frutas y verduras por el coste elevado y consumen ultraprocesados por ser económicos y más hiperpalatables. El consumo de agua también es más bajo. Además, se añaden las políticas sobre cómo afrontar este problema, es decir, la falta de promoción de hábitos saludables o ejercicio físico».

¿Cómo se puede prevenir la obesidad en menores? «Con pequeños cambios paulatinos en su estilo de vida y su familia. Intentar tener horarios de comidas ordenados y evitar el picoteo. Esquivar tener en casa la comida industrializada rica en azúcares refinados, grasas saturadas o sal, aumentar la ingesta de agua y reducir la de bebidas azucaradas. Además de comer tres piezas de frutas y dos raciones de verduras al día, comer en familia sin distracciones como la televisión, el móvil o la tablet. Por último, disminuir el uso de pantallas a menos de dos horas al día y hacer alguna actividad física todos los días».

Si cualquier menor es diagnosticado con obesidad, ¿Cuáles son los pasos a seguir para su eliminación? «Depende de cada paciente, pero en general a través de un cambio de hábitos. De esa forma se puede reeducar el paladar y aprender a disfrutar de la comida real, sus sabores, colores… Hay que enseñarles a hacer una compra saludable en el supermercado, hacer alguna actividad o empezar a reducir el tiempo de sedentarismo».

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