El colapso climático llegó ayer a las 20.00 horas al Espacio Cultural CajaCanarias de la mano del físico teórico Lawrence Krauss y Werner Herzog, director de cine alemán. Ciegos junto al abismo (segunda actividad del Foro enciende la Tierra 19), fue el debate donde ambos profesionales trataron este tema, bajo la moderación de la periodista Pilar García Padilla y la atenta mirada de un público que prácticamente llenó la sala.
El coloquio dio comienzo con una sencilla pregunta de la moderadora: cuál había sido su primer contacto con la naturaleza. Ante la consulta, ambos ponentes coincidieron en que sus respectivas infancias se habían desarrollado lejos del ámbito natural. “Crecí como un refugiado, rodeado de bombas. Por ello la naturaleza siempre ha existido más bien en mi mente”, apuntó Herzog. Por su parte, Krauss relató que de pequeño vivió en un entorno urbano y que solo tuvo contacto con ella a través de los libros.
Tras esto, el director comentó que su preocupación por la situación de la Tierra había comenzado al ser consciente de la cantidad de plástico innecesario que consumimos. Al hilo de esto, expuso que, bajo su perspectiva, nos enfrentamos a dos problemas: somos demasiados y tenemos unos pésimos hábitos de consumo, ya que gastamos mucho y desperdiciamos el triple.
Si ahora la inmigración nos asusta, ¿qué haremos en el futuro?
Posteriormente, Krauss lanzó un dato indudablemente impactante para los allí presentes: en 2050 se estima que habrá 100 millones de refugiados climáticos. Este hecho se apoya en los datos que estipulan fenómenos irreversibles como la subida del mar o de las temperaturas, que harán que las personas afectadas emigren hacia otras zonas del planeta. “Viviremos en un mundo en el que todos tendremos que intentar sobrevivir”, afirmó.
Asimismo, el físico criticó que la mayoría de las políticas de los gobiernos van en contra de la población. Profundizó en este tema poniendo como ejemplo a Estados Unidos, donde, tal y como expuso, todo el presupuesto de la Agencia de Protección Ambiental no llega al que se destinaría al proyecto del muro del presidente Donald Trump. Ante esto, instó al público a reflexionar: “¿Qué nos va a dar más seguridad? ¿Una barrera contra personas con tanto derecho a vivir como nosotros o intentar responder a un problema real?”
La mesa redonda alcanzó su punto álgido ante la cuestión lanzada por la comunicadora sobre si todavía quedaba esperanza. Ambos expertos mostraron posturas divergentes. Por su parte, Herzog habló de que la mejora puede existir, pero tiene que partir de cada individuo y posteriormente ser llevado a los gobiernos. Al contrario que este, Krauss se mostró pesimista al comentar que es demasiado tarde para revertir el cambio climático, por lo que solo queda aceptar sus consecuencias e intentar minimizarlas. “La matemática va en nuestra contra”, dijo.
Sin embargo, los invitados coincidieron en que su mayor preocupación no son los efectos actuales de este. Cineasta y científico dieron una vuelta de tuerca a la charla poniendo sobre la mesa el tema de la tecnología, afirmando que un corte total de esta nos llevaría a la muerte segura a nivel mundial. “Una erupción solar no mataría a todo el planeta, solo a una parte. Pero un apagón tecnológico sí, porque prácticamente todo lo que conocemos depende de esto”, expuso Herzog.
Un asunto para reflexionar
Tras hora y media de conversación y una ronda de preguntas del público, donde salieron a colación afirmaciones como que los conflictos de los próximos siglos no vendrán propiciados por el petróleo sino por el agua, el acto llegó a su fin.
“Si el mundo se acabara mañana, plantaría un árbol hoy”, dijo Martin Luther King y parafraseó Werner Herzog. Estas son las palabras que deberían copar nuestros pensamientos ante una realidad que, tal y como se expuso en Ciegos junto al abismo, lleva ya tiempo llamando a nuestra puerta.