Alberto Miguel Reyes del Castillo es estudiante del Grado de Ingeniería Mecánica de la Universidad de La Laguna y jugador de tenis del Club Náutico de Bajamar. Debido al reciente confinamiento provocado por la pandemia del coronavirus, comenta que, aunque es cierto que uno nunca está preparado para afrontar una situación como la que hemos vivido reciente, intentó pasar el estado de alarma de la mejor manera posible y con la máxima positividad. Declara que todas las mañanas y tardes las dedicaba a los estudios de la carrera y que cada día a las 8 de la tarde se dedicaba a hacer ejercicio para mantener la forma física.
¿Cuál fue el motivo por el que te decidiste a estudiar Ingeniería Mecánica? «Cuando pensé en elegir carrera siempre estuve entre INEF en la ULPGC o Ingeniería Mecánica aquí en la ULL. Mi vocación deportiva está clara, pero por otro lado mi familia siempre se ha dedicado a la construcción, tiene una empresa dedicada a ello y de pequeño siempre iba con mi padre a las obras que estaban haciendo y me ponía a mirar con curiosidad el porqué de cada cosa. De ahí salió mi vocación por la ingeniería. El hecho de que estuviera aquí en Tenerife también influyó en que me decantase finalmente por ella».
¿Cómo llevaste el confinamiento? «Puedo decir que relativamente bien, pienso que soy una persona que se adapta rápidamente a los cambios. Cierto es que uno nunca está preparado para una situación como la que hemos vivido, pero intenté llevarla mentalmente de la mejor manera posible y con la máxima positividad».
¿A qué edad empezaste a jugar al tenis? ¿Cuando jugaste tu primer partido federado? «Empecé a jugar a los diez años. Lo ideal es empezar entre los seis y los ocho años, pero hasta los diez años estuve practicando fútbol. A la vez que empecé a jugar al tenis me federé y empecé a competir, tanto en torneos individuales como en torneos por equipos jugando por mi actual club, El Club Náutico Bajamar. Recuerdo que mi primer partido fue en un torneo en el sur y me tocó jugar contra uno de los mejores jugadores de la Isla. Perdí 6/1 6/3, pero lo positivo fue que me vi compitiendo bien dentro del partido a ese nivel tan alto».
«Me encantaría poder entrenar con Rafa Nadal»
¿Qué valores te ha enseñado el tenis como deporte? «El sacrificio, el trabajo, el tesón, el respeto y el compañerismo. Lo que más me gusta del tenis es entrar en pista a jugar un partido y saber gestionar que estás solo en tu lado de la cancha y tú eres el que tienes que saber cómo actuar en cada momento concreto. El control de emociones es clave y vital, tanto saber llevar las malas sensaciones cuando no salen las cosas, como saber llevar las sensaciones positivas cuando encadenamos varios aciertos. Es lo más difícil de este deporte y lo que diferencia a los grandes tenistas de un tenista del montón. El común denominador en todos los jugadores top es la mentalidad que tienen para saber llevar situaciones difíciles en el juego».
Si tuvieras que elegir a un tenista del top 10 mundial para jugar un partido de entrenamiento contra él, ¿a quién elegirías? «Elegiría a Rafa Nadal por el hecho de que, siendo zurdo, hace mucho daño con su juego a tenistas diestros. En cambio, contra tenistas zurdos, como es mi caso, suele tener algún problema más, como por ejemplo en los duelos contra Fernando Verdasco en Australian Open y Madrid. Así que creo que siendo zurdo podría hacerle algún punto (risas). Aunque evidentemente el motivo principal sería el honor de poder entrenar con alguien que, además del nivel tenístico, tiene unos valores humanos inspiradores».
«En tierra batida es donde más cómodo me encuentro jugando»
¿En que tipo de pista te gusta jugar más? «En Canarias, las superficies actuales en las que se juega el tenis a nivel profesional son pista rápida o dura, tierra batida y césped natural, tanto en cubierta como en aire libre. Pues bien, tiempo atrás en Tenerife empezaron a traer y promocionar una superficie de juego que estaba compuesta de césped artificial y arenilla que se extendió casi por todos los clubes y la cual no me gusta nada porque se come el bote de la bola y desvirtúa un poco el juego. La superficie en la que mas cómodo me encuentro son las de tierra batida, por tipología de juego, aunque por empuñaduras me adapto bien a las pistas duras, así que me considero un jugador versátil».
¿Cuál es el partido más especial que has jugado? » Un encuentro en la liga provincial por equipos. En nuestra provincia hay cinco categorías y nosotros nos encontrábamos en segunda categoría peleando por ascender a la primera. El partido era un enfrentamiento clave, pues el vencedor saldría con todas las papeletas de ascender. Nos enfrentamos al Valle de Aridane de La Palma y me tocó jugar el partido decisivo que decantaba la eliminatoria. Lo que mas recuerdo de ese partido es el pensamiento que rondaba mi cabeza todo el rato y me decía a mí mismo que iba a sacar el partido. En esa situación hay personas que se vienen abajo y sucumben, pero si eres capaz de gestionarla e incluso utilizarla te verás mucho mas fuerte. Gracias a eso pude ganar y ayudar al equipo, que acabaría ascendiendo».
