El Pabellón Central de la Universidad acogió, ayer viernes 15 de diciembre a las 12.00 horas, la gran final del Trofeo Rector de fútbol sala masculino. En ella se dieron cita Garcilasos FS y Diablos de Timanfaya, en un partido vibrante y con gran intensidad, que demostró el buen hacer de ambas escuadras durante el transcurso de la competición. El choque, dirigido por los colegiados Jesús Figueroa y Yeray Silverio, finalizó con el resultado 13-4 a favor de los visitantes (ayer vestidos de azul), pero que no empañó la garra y el coraje de los primeros (de negro) durante todo el encuentro.
El partido se inició con la máxima igualdad sobre el parqué. Ningún equipo lograba mantener largas posesiones de balón, por lo que el encuentro no tuvo ningún dominador claro. No obstante, las primeras ocasiones empezaron a sucederse, tanto para un lado como para el otro. En el minuto 2, Garcilasos FS estuvieron a punto de inaugurar el luminoso por una confusión entre el portero y el defensa visitantes, pero los rápidos reflejos del guardameta solventaron el apuro.
Los visitantes abrieron la lata
Pero fue Diablos de Timanfaya, en el minuto 6 de partido, quien estrenó el marcador. Walter Yanick Moreira, con una gran jugada individual, consiguió zafarse de su par y conectar un golpeo exquisito al palo contrario. Nada pudo hacer el portero local, impotente ante la envergadura del disparo. En la siguiente acción a punto estuvieron de empatar la contienda Garcilasos FS, pero no supieron sacar rédito a un pase de la muerte.
Cuando los negros empezaron a recomponerse después del mazazo inicial, llegaría el segundo K.O. a favor de Diablos. De nuevo Moreira, esta vez más por ímpetu que por precisión, logró mandar al fondo de las mallas un auténtico misil, después de rebotar en varios contrarios. Por si no fuera poco, tras una múltiple ocasión desaprovechada para Garcilasos FS, llegaría el tercer gol. David Martín lo hizo todo: protegió, se giró y definió. Ejecución sublime para un tanto de bandera.
Fue entonces cuando la intensidad creció y cada acción se convertía en una disputa continuada. En este contexto, el colegiado Jesús Figueroa se vio obligado a detener el encuentro tras un rifirrafe entre los dos banquillos. Afortunadamente, no pasó a mayores y el encuentro pudo reanudarse sin complicaciones. Además, en forma de emoción, Garcilasos FS por fin vio puerta tras una gran acción de Javier García Castilla que, con un reverso excepcional, batió por bajo al guardameta visitante tras tocar en el palo izquierdo de la portería. Antes del receso, el colegiado Yeray Silverio decidió expulsar a Jaime Tavío, de Diablos de Timanfaya. Con este suceso y un resultado totalmente abierto, se llegaría al descanso.
Una segunda parte demoledora
Lejos del guion previsto, la segunda parte resultó ser mucho más convulsa que la primera. Diablos de Timanfaya desató el vendaval sobre el parqué del Pabellón Central tejiendo jugadas de auténtico calibre. Se centraron en acusar la precipitación del rival para, en el momento oportuno, golpear con rotundidad y eficacia.
Abel Barrera con tres goles, y Raúl Mesa con otros tantos, aumentaron la renta considerablemente. Tan solo Javier García, del Garcilasos FS, demostró carácter y tesón para anotar de falta directa. Pero los azules no levantaron el pie del acelerador y machacaron a su rival hasta prácticamente el final del encuentro.
Mientras tanto, el encuentro se enturbió por la expulsión de dos jugadores locales, presuntamente por protestas airadas al colegiado, y que dejaron en minoría a su equipo. Esta condición provocó que, en los últimos minutos, se sucedieran los goles a favor de Diablos de Timanfaya, que sellaron su gran actuación con un 13-4 en el luminoso. De esta forma, se convierten en los campeones del Trofeo Rector de fútbol sala masculino y, por si no fuera poco, revalidan el título también obsequiado en la pasada edición.
Para conocer más resultados y fechas sobre el Trofeo Rector: Servicio de Deportes.