La tinta, aunque parezca increíble, nos permite viajar. Podemos tomar las riendas de nuestro camino a través del arte de una página en la que, a veces, encontramos nuestro propio reflejo y, otras, nos topamos con una aventura en la que debemos aprender lo que quiere enseñarnos para terminar siendo más felices. Lo que está claro es que los libros, desde siempre, son el mejor pasaporte al conocimiento y, por supuesto, hacia la libertad. Y, así nace Diego Pun Ediciones.
Podríamos decir que Diego Pun es una editorial tinerfeña que tiene relevancia en el ámbito internacional, pero eso, sería acabar muy rápido con la magia y, si algo tiene la literatura, por muy real que sea, es un toque de fantasía.
En el norte de Tenerife, en uno de los pueblos mas verdes y tranquilos de la Isla, surge, hace más de veinte años la semilla del sello. Los callejones de Los Silos se iluminaban con las palabras que Ernesto Rodríguez Abad, escritor y docente, comenzaba a ofrecer para apaciguar las mentes que buscaban un poco mas de paz.
En la historia que comenzamos a tejer tenemos que remontarnos cerca del año 2000, cuando el economista Cayetano Cordovés, se une al Festival del Cuento. Tras poco más de una década, junto a Rodríguez Abad, deciden empezar a esbozar una editorial que permita plasmar en el papel todo lo que se vivía, cada año, en el Municipio.
Nuestra querida Diego Pun lleva creciendo desde 2009. Desde el principió calmó sus temores con Cuentos africanos para dormir el miedo, al título, pronto se le sumaron El rey que bordaba estrellas o Cuentos de amor rasgado. Aunque, fue un pequeño proyecto, sus creadores le ofrecieron todos los ingredientes necesarios para que, a través de un arma tan poderosa como la palabra, empezara a cambiar el mundo.
Y puede que el Planeta sea muy grande, pero comenzar por el Archipiélago canario siempre es una buena opción si se sabe gestionar con sutileza y cariño.
Una editorial presente en otros países
Cuando las cosas se hacen bien es fácil llegar al éxito. La Editorial consiguió, desde hace varios años, formar parte de listas internacionales de los mejores libros editados. Se ha convertido, por tanto, en una editorial prácticamente internacional. Y es que, Diego Pun ha viajado a México y Chile siendo solicitado por los gobiernos de esos países. Además, ha formado parte del Plan Avanza 2, creado por el Gobierno de España para poder mejorar el desarrollo de las TIC.
Al principio costó definir el proceso de producción de un libro, ahora la editorial «se ha ido profesionalizando. Nos hemos ido definiendo como una editorial que quiere trabajar la literatura clásica dándole mayor difusión y, por otro lado, innovar con textos como La última Caperucita», apunta Rodriguez Abad. Porque Diego Pun ha tomado vida propia y ha permitido que la Educación Primaria entienda «que llegar a un clásico no es tan complicado, solo hay que plantearlo como un juego».
Aunque la editorial tiene claro su objetivo, fomentar la lectura, no cuenta con un plan excesivamente marcado para el futuro. Sus creadores publican lo que sienten que tiene calidad, dejando un poco de lado lo que pueda ser más exitoso en ventas.
Asistimos así a una obra maestra en forma de editorial, donde los engranajes, convertidos, en esta ocasión, en palabras, vuelan ya por miles de escuelas españolas, buscando personas de cualquier edad para que, sin prejuicios, indaguen en el viaje más importante de sus vidas; la búsqueda de su identidad. Este cuento seguirá extendiéndose en el tiempo, acumulando éxitos y engrandeciendo a la editorial Diego Pun que ya ha demostrado que la insularidad no es un problema, que el amor y el talento no tienen límites y que la libertad vive en su corazón.