El doctor Arturo Hardisson de la Torre, catedrático y profesor de Toxicología de la Universidad de La Laguna, ofreció este pasado 28 de marzo la sesión literaria El efecto invernadero y el cambio climático, en el salón Tenerife del Colegio Oficial de Médicos de Santa Cruz de Tenerife. En la charla, habló sobre la problemática del Planeta frente a los fenómenos que produce el calentamiento global y las consecuencias que ocasiona en la salud pública.
Hardisson dijo que el aumento de las temperaturas, aparte de ser un problema meteorológico, abarca los aspectos socioeconómicos y políticos. «Desde finales de la década de los ochenta, los países han empezado a reparar en este asunto porque, con una presencia del 50 % en la atmósfera, el dióxido de carbono es el máximo responsable del efecto invernadero, llegando a permanecer en el ambiente entre 50 y 200 años. En la actualidad es el resultado de los procesos productivos de aquellos países industrializados que más contaminan, entre los que destacan China, Estados Unidos e India. Sin embargo, cuando es producto de la descomposición natural, resulta necesario para vivir», destacó.
Subrayó que el modelo energético actual está cuestionado porque, de las cinco capas de la tierra, la estratosfera, que es la que presenta la mayor concentración de ozono atmosférico y nos protege de las radiaciones ultravioleta, «está seriamente dañada por los aires carbonados aumentando el riesgo a padecer cáncer de piel».
El papel del ser humano
El tráfico, la calefacción, deforestación y el desarrollo de las industrias químicas y siderúrgicas son causantes, alertó el profesor de Toxicología, de propagar componentes que destruyen la capa de ozono de la estratosfera. Así, desde el inicio de la revolución industrial «el 20 % del metano, que contribuye al daño ecológico, resulta de la descomposición natural de los arrozales». Además, resaltó los trastornos que estas mezclas producen en la salud como rinitis, alergias, asma, bronquitis, problemas respiratorios específicos, enfermedades pulmonares crónicas y enfisemas, además de infecciones microbianas y aumento de la malaria, entre otras.
Para paliar el cambio climático, Hardisson de la Torre propuso la reducción de la emisión de los gases de efecto invernadero, priorizando el uso del gas natural, los sistemas de captura de CO2 y el aumento de energías renovables. Abogó también por fomentar los sumideros naturales, la reforestación y la instauración en las empresas emisoras de procesos de captación de dióxido de carbono por medio de tecnologías.
«Contaminar no solo es introducir sustancias extrañas, es desequilibrar los componentes naturales. La calidad de vida es demanda energética. Si seguimos así, el consumo será exponencial. Hay que pensar en un desarrollo tecnológico que favorezca y estabilice las emisiones», concluyó el ponente.