La final del Trofeo Rector Intercentros de fútbol 11 quiso que se enfrentaran en contienda los dos primeros clasificados en la fase de grupos del campeonato: Educación United y CD Estrellas Náuticas. Con el precedente apabullador de 5-0 a favor de los futuros educadores, el desarrollo de la batalla final hacía presagiar un partido dispar para una cita de dichas características. Pero los visitantes demostrarían, a posteriori, vender cara su derrota. Bajo un sol de justicia y ante la presencia de no más de 25 espectadores, el Campo de hierba de la ULL fue testigo en la mañana de ayer, día 30 de marzo, de un gran cierre de competición.
El pitido inicial, que se produjo tras 15 minutos de retraso, puso de relieve la intención y táctica de ambos conjuntos. Los futuros docentes apostaron por la posesión y el ataque mesurado hacia la meta rival, mientras que los estudiantes de Náutica desplegaron un eficaz trabajo defensivo para hacer daño al contraataque.
Tal y como establecía el hipotético guion de la final, los estudiantes de Magisterio hicieron presión sobre la meta rival, acumulando continuadas ocasiones de peligro para subir el primer tanto al luminoso. Un tiro al palo en el tercer minuto y varios manos a manos desaprovechados por Educación United hacían pensar que el encuentro se resolvería por la vía rápida. Sin embargo, CD Estrellas Náuticas se defendió con uñas y dientes y estuvo a punto de encontrar premio a los 15 minutos de encuentro, cuando Daniel Hernández desperdició un uno contra uno tras la gran intervención del guardameta Jordan García.
En medio de este vaivén de golpes entre ambas escuadras llegaría el primer tanto del choque. Los rojillos se pondrían por delante en el marcador gracias al gol de Mauro Daniel Jiménez, que supo sacar oro en una nube de piernas. Esta diana dejaría mermado a su rivales, que no veían la manera de deshacerse de la presión de sus contrincantes, los cuales pudieron incrementar la renta en más de una ocasión.
Contra todo pronóstico, durante los peores compases de partido para los estudiantes navales, llegaría el gol del empate. Tras un córner perfectamente ejecutado por el combinado que ayer vestía de azul, el balón cayó en las botas del dorsal 49, Pablo Armas, que ni corto ni perezoso conectó un disparo cruzado imposible de atajar para el guardameta. Gol e igualada en el marcador, una sorpresa que ni los más optimistas podían esperar según transcurrían las acometidas de Educación United.
El gol cayó como un jarro de agua fría para los máximos favoritos al título. Fruto de ello, las fuerzas se igualaron y no se contó ninguna ocasión de peligro destacable hasta el final de los primeros cuarenta y cinco minutos.
La hora de los campeones
La segunda parte fue otra historia. CD Estrellas Náuticas empezó a creer en sus opciones y comenzó a desplegar sus armas en ataque. No obstante, poco durarían las buenas sensaciones para el equipo azulón. A los tres minutos de la reanudación, los futuros profesores volverían a poner el marcador a su favor, esta vez, gracias a la astucia en una jugada ensayada a balón parado. Una falta directa en la frontal del área fue sacada con rapidez por los de rojo, que sorprendieron a la defensa rival y lograron anotar el 2-1 en el luminoso.
Sin duda, fue el punto de inflexión del duelo. Uno de esos pequeños detalles que marcan el triunfo o la derrota en las grandes finales. Tanto fue así, que el resto del enfrentamiento fue un querer y no poder por parte del CD Estrellas Náuticas. Aunque no cesaron en la intentona de igualar la contienda, lo cierto es que no se tradujo en ocasiones claras de gol, dejando espacios atrás que en cualquier momento podrían ser aprovechados por sus talentosos contrincantes.
Mauro Hernández, Abraham Serafín y Alberto Rizo, decisivos con sus goles
Así fue. En el minuto 73 llegaría la sentencia del partido y, en consecuencia, el primer gran paso en firme para la obtención del Trofeo Rector. Semifallo del portero náutico a la salida de un centro lateral que el delantero, Alberto Rizo, no perdonaría a puerta vacía.
Llegaron así los denominados “minutos de la basura”, un trámite que tuvo por consecuencia otro gol a favor de los estudiantes de magisterio. Ante un ataque inoperante de los navales en los últimos minutos del encuentro, Alberto Rizo supo buscar el espacio para beneficiarse de un despeje en largo del portero Jordan García. Mano a mano y definición de “killer” del área.
No hubo tiempo para más. El gol de Rizo pondría punto y final a un partido disputado en cuanto a ganas y ambición, pero que terminó por coronar al equipo más regular del torneo. Un choque sin incidencias destacables, fruto del buen rollo y compañerismo entre ambos conjuntos, pero también gracias al buen hacer del trío arbitral, bajo la dirección de Sergio Chinea.
Una buena defensa como premisa y, cómo no, con licencia para matar. La filosofía de juego de Educación United se patentó durante el desarrollo de la competición y no dio opción a ningún rival que se interpusiera en su camino. Con un bagaje arrollador en la fase clasificatoria, cuyos guarismos reflejan un parcial de 13 goles a favor por ninguno en contra, los estudiantes de la Facultad de Educación se erigían como los máximos favoritos para hacerse con el título. Y no decepcionaron.