Arte y feminismo, de la mano durante el 8M en el Círculo de Bellas Artes

Artes y Humanidades

El Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife acogió en la tarde de ayer, 8 de marzo, y con motivo del Día Internacional de la Mujer BRÍNDATE, una reunión femenina que servía de antesala a la manifestación que tendría lugar a las 19.00 horas en la Plaza Weyler de la capital tinerfeña. El objetivo era reunir, en una sencilla puesta en escena, a todas las mujeres que quisieran sumarse para defender y hacer sonar todos sus derechos, igualdades y libertades. Guiado por las artistas Masu Fajardo y Nayra Darias, una de las ideas principales era la de crear un lienzo conjunto para que, mediante el arte, ellas pudieran expresar lo que quisieran en este día tan simbólico.

Desde las 17.00 horas, una multitud de mujeres que deambulaban por la céntrica Calle Castillo se paraban frente al Círculo de Bellas Artes. Muchas conocían la quedada mediante las redes sociales, pero también se acercaban de forma espontánea e improvisada. Entraban y preguntaban a las organizadoras la temática del evento, y muchas no dudaron en quedarse.

A las 17.30 horas arrancó este pequeño homenaje a la mujer y al arte. Una vidriera que ocupaba a modo ventanal una de las paredes de este espacio artístico fue el lienzo para que ellas esculpieran en él todos sus deseos, sueños y ansías con motivo de este día conmemorativo. Había participantes de cualquier edad, cuyo grito quedó sellado en el cristal. Se podían leer escritos como «Volaremos por todas las que nos dieron alas», «Por mí, por mi mujer, y por mi hija… Tres mujeres valientes», «Nos queremos vivas y libres», entre otras. Todos estos relatos estaban redactados en distintas tonalidades para así crear una explosión de color.

CÍRCULO DE BELLAS ARTES. FOTO: ALBA MARICHAL

«El objetivo era realizar un lienzo de manera conjunta»


Posteriormente, sobre las 18.15 horas, Fajardo y Darias fueron las anfitrionas de un brindis en el que podían ser partícipes las asistentes que lo deseasen. Con copa en mano, cada una de las presentes anunció su deseo personal. La igualdad, los derechos y la diversidad protagonizaron sus discursos. El tintineo de los vasos sonó varias veces, cada choque por un deseo que cumplir con el objetivo de conseguir un mundo mejor.

Masu Fajardo hizo un paréntesis y explicó que la idea principal era hacer una reunión de todas las mujeres que quisieran acercarse al Círculo como previa a la manifestación y, así, celebrar este día juntas. «El objetivo era crear de manera conjunta y amable un lienzo para acompañar la celebración», subrayó. Por otro lado, Nayra Darias destacó que se trataba de un convite con acto psicomágico, y que este día había que celebrarlo a lo grande. «Contamos con un libro de firmas donde las asistentes pueden dejar sus datos para que haya constancia de que han estado aquí».

BRINDIS REIVINDICATIVO. FOTO: ALBA MARICHAL

Las alumnas de la Universidad de La Laguna no quisieron perderse el evento


Tras esto, las féminas allí presentes comenzaron a dialogar entre ellas mientras caía la noche. Allí se encontraba Yésica Díaz, que cursa tercero del Grado en Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Universidad de La Laguna. Estaba decidida a participar en la manifestación que se encontraba a escasos minutos de dar comienzo y, como amante del mundo artístico, se quiso acercar hasta este evento. Yésica cree firmemente que el arte y las mujeres tienen una conexión reivindicativa y que sus obras deberían valorarse más. «Muchas son las mujeres que se han expresado mediante el arte, pero solo unas pocas se han dado a conocer o por lo menos tuvieron más apoyo. También, por miedo, algunas no sumaron su voz a las de estas. Cabe destacar que hoy en día se sigue sacando a la luz numerosas artistas del ayer que se han hecho pasar por hombres. Creo que en este ámbito deberíamos ser todos iguales, nosotras somos un movimiento tanto en el arte como en el mundo», recalcó la joven estudiante.

YÉSICA DÍAZ, ESTUDIANTE DE LA ULL. FOTO: ALBA MARICHAL

A las 19.00 horas concluyó esta velada para dar paso a la manifestación. Como cierre, la fachada del edificio se iluminó de color morado, tonalidad que pertenece a la celebración del Día de la Mujer y la reivindicación de sus derechos. Tras esto, un gran número de ellas subieron en dirección a la Plaza Weyler para seguir luchando como ya lo habían hecho esa tarde en el espacio artístico santacrucero.

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