Más sombras que luces en el Centro de Investigaciones Sociológicas. El laboratorio nacional de estudio de la opinión pública, presuntamente independiente, vuelve a convertirse estos días en el centro de todas las críticas por sus sorprendentes y contradictorios resultados. No es la primera vez que esto sucede. Desde que socialistas y podemitas llegaron al poder la maquinaria de esta entidad ha pasado del reconocimiento unánime a las críticas más feroces. Y todo porque ha dejado de ser un servicio público para convertirse en un escaparate partidista a los pies de unos pocos, interesados en desenfocar y arrollar nuestro día a día.
El último barómetro de mayo, publicado en torno a la situación económica de los españoles y el papel que está jugando el Gobierno y las fuerzas de la oposición, indica que nuestro bolsillo está ahora mejor que antes de la activación del estado de alarma. El 35,8 % de los contribuyentes de nuestro país afirmaban gozar en marzo de una situación económica personal buena o muy buena. Según las cuentas del CIS, en abril y con el territorio nacional paralizado por el Covid19, ese nivel de satisfacción se elevó hasta el 69,8 %, y llega ahora al 70,1 % en pleno mes de mayo.
«La sombra de la sospecha en el nuevo potaje de números de José Félix Tezanos resulta más que comprensible»
Que no hay más ciego que aquel que no quiere ver es algo más que evidente, y más en los tiempos que vivimos. La sombra de la sospecha en el nuevo potaje de números de José Félix Tezanos resulta más que comprensible puesto que a nadie le puede entrar en la cabeza que la satisfacción económica de los españoles se haya doblado en tiempos de coronavirus. Periodistas como Vicente Vallés o Matías Prats no han querido dejar pasar la oportunidad de denunciar públicamente en sus informativos la manipulación absurda en cuanto a las conclusiones de las encuestas se refiere, una realidad paralela que ha dejado de tener gracia.
Al bochornoso maquillaje del informe de mayo se unen las declaraciones de Tezanos de este martes en el Congreso: «No confíen ustedes en las encuestas porque son un modelo de medición muy relativo». Así respalda el máximo responsable del CIS la profesionalidad de sus estudios y trabajos de consulta ciudadana. De golpe y porrazo y con fina burla pretende silenciar una polémica basada en argumentos sólidos, objetivos, que saltan a la vista de todos y todas.
Resulta llamativo que la firma Investigación y Técnicas de Campo, Intercampo S.A. haya sido la encargada de realizar el último estudio de Tezanos. Lo digo porque es la misma organización que trabaja desde hace años para el principal laboratorio de ideas de Ferraz, Fundación Sistema, también presidido, casualmente, por el sociólogo de ramalazo socialista.
La nueva cocina del CIS sigue beneficiando a quienes nos dirigen desde el Ejecutivo central, y todo pese a la que está cayendo. Las pymes y autónomos atraviesan un periodo crítico, las familias se ahogan en uno de los periodos más lesivos y negativos que se recuerdan, los niveles de endeudamiento se disparan y la incertidumbre es hoy nuestro segundo apellido. ¿Dudar del CIS? ¡Hombre, no!