El mismo día en el que se celebraron las Elecciones Generales, el deporte femenino tinerfeño celebraba otra de sus grandes victorias gracias al CDB Clarinos Ciudad de los Adelantados. Las laguneras devolvieron a la Isla a la cúspide del baloncesto femenino nacional, la Liga Día, gracias a una histórica temporada en la que cosecharon 22 victorias y tan solo cuatro derrotas, logrando hacer realidad un sueño desde el silencio y con los focos mediáticos en otra parte.
No es ninguna sorpresa que al día siguiente las portadas de los periódicos y los principales medios de comunicación se cebaran a comentar todos los detalles de los resultados electorales. Lo que sí es sorprendente es que hasta los diarios deportivos hablaran de las elecciones y dejaran fuera noticias de su especialidad deportiva como esta. Las noticias relacionadas con el deporte masculino, principalmente en el mundo del fútbol, no solo hablan de victorias y derrotas o de ascensos y descensos, sino que los medios se encargan de mostrar todo de sus equipos, jugadores y estrellas. Y mi pregunta es, ¿por qué el tratamiento de los medios deportivos hacia la información femenina es diferente? ¿Por qué de un futbolista debo conocer hasta a sus parejas y no conozco los mayores logros de deportistas o jugadoras?
Una investigación realizada en la Universidad Carlos III de Madrid afirma que las mujeres solo aparecen en prensa deportiva un 5 % de las veces siendo los hombres los claros protagonistas con el 93 % de los casos (tratándose de noticias neutras en el 2 % restante). ¿Preocupante verdad? Pero es que, además, de este mínimo porcentaje en el que las mujeres toman el protagonismo únicamente aparecen solas en el 2 % de los casos, ya que de resto deben compartirlo con hombres.
A pesar de que las cifras son alarmantes, lo peor de todo es que no parecen variar. ¿Cuántas veces vemos a una mujer en portada? ¿No practican deporte o no tienen méritos? En los últimos años, el deporte femenino a dado más alegrías al deporte español que el masculino, y eso no es ningún secreto. De hecho, en los últimos Juegos Olímpicos, las mujeres ganaron incluso más medallas que los hombres, pero ¿dónde están las portadas? Las mujeres aparecen en primera página o en sumarios tan solo el 4 % de las veces, algo que claramente deja entrever la oculta responsabilidad de los medios en la creciente desigualdad de género en el sector deportivo.
Obviamente, los medios no pueden garantizar el ajuste de las descomunales diferencias de los salarios, ni que esos equipos consigan llenar más estadios o vender más camisetas. A los medios no se les reclama que solventar la brecha salarial. A los medios se les reclama lo que depende ellos y es que sin difusión no hay alcance y si algo no está a tu alcance no vas siquiera a prestarle atención. Te has parado a pensar en cuántas retransmisiones oímos en la radio de un partido femenino, de las veces que vemos a estas deportistas en uno de los principales canales de televisión o las veces que vemos publicidades en las que aparezcan. Te has parado a pensar en todas esas veces en las que esa poca información que nos ofrecen está estereotipada, sucia y manchada por distintas banalidades que desmerecen todos sus logros.
Rompiendo barreras
Son muchos los éxitos que han logrado las deportistas femeninas y que pasan desapercibidos día tras día, pero este no ha sido el caso de estas guerreras. En plena jornada electoral y con una única retransmisión vía Facebook, sin grandes publicidades para la venta de entradas y probablemente sin un gran estadio abarrotado, el CDB Clarinos y sus adelantadas cosecharon más de una victoria. Lograron el tan luchado y soñado ascenso y lograron ser parte de ese 4 % que de deportistas que logra hacerse un hueco en las portadas de los periódicos dando voz a toda una generación de mujeres que han trabajado para que sus méritos sean igualmente reconocidos.
Pero este no es tampoco un 4 % cualquiera y es que no todos los días se comparte portada con el presidente del Gobierno y con los resultados electorales en el periódico más leído de Canarias. Sin duda aún queda mucho por hacer, pero ante noches de triunfos como esta la herida abierta por la discriminación en el deporte es un poquito menos dolorosa.