Julio Alberto Domínguez estudió el grado en historia en la Universidad de La Laguna en la promoción 2014-2018. A la hora de realizar las prácticas, le encomendaron la tarea de realizar un informe sobre los molinos de La Laguna. Este fue el cimiento para su primer libro Los antiguos molinos de La Laguna. «El libro salió adelante porque hice un buen trabajo en su momento y apostaron por mí», apunta. Tras casi dos años de trabajo, lo presentó en el Ayuntamiento de La Laguna el pasado mes de febrero.
¿Qué le impulsó a escribir el libro? «Fueron varios factores. El principal era un propósito que tenía, se trataba de una de las cosas que tenía pendientes de realizar. Se me presentó la oportunidad y lo hice, desbloquee el logro. Al escribir el libro puedo tachar algo de la lista de los objetivos de mi vida».
¿Por qué escribir un libro sobre los antiguos molinos de La Laguna? «La historia tiene relación con el momento en el que realicé las prácticas de la carrera. En la empresa una de las labores que se me asignó fue la realización de un pequeño informe histórico sobre los molinos de La Laguna, sobre su historia, detalles, fotos, etc. Una vez terminé la carrera, me contactó uno de los socios y me dijo que habían presentado el informe al Área de Desarrollo Rural, Agrario, Ganadero y Pesca del Ayuntamiento de La Laguna como una introducción histórica para presentar el proyecto, y les gustó. Como lo había hecho yo, me propusieron que hiciera yo el proyecto».
«Siempre hay que ir a más»
¿Cuál fue el proceso de escritura? «Estuve realizando el libro durante un año prácticamente. Con el tema de la maquetación, adaptación y edición, el proceso se alargó un poco. El libro estuvo casi dos años para ser publicado. Tuve que buscar en los archivos temas relacionados con los molinos, fotografías, entrevistas, incluso tuve que realizar alguna salida a buscar restos de antiguos de las edificaciones. Digamos que la mayor parte fue la investigación, pero también la escritura. Por supuesto, si no redactas se queda en nada».
¿Le resultó difícil? «Lo que me resultó complejo fue la investigación. No obstante la escritura también, no podía emplear expresiones coloquiales, tenía que ser un trabajo científico. Muchos de los archivos que utilicé datan de los siglos XVI, XVII, XVIII y se encuentran escritos en castellano antiguo, fue un largo trabajo».
¿Tiene pensado seguir alguna línea de investigación en su futuro? Si es así, ¿cuál? «Tengo alguna que otra cuestión pensada. Sobre todo en el tema de investigación. Pero lo tengo un poco parado por motivos laborales y por oposiciones, pues me ocupan la mayor parte del tiempo. Estoy realizando alguna cosa sobre el tema cultural y patrimonial, pero no se trata de una investigación en sí. En el futuro me gustaría seguir investigando, no quedarme solo en esto, sino ir a más. Por supuesto, siempre hay que ir a más».
¿El Julio de la infancia tenía pensado escribir un libro? «De pequeño me gustaba mucho leer, incluso una vez escribí un libro, lo típico que te lo tomas como un juego. Redacté una hoja y para mí fue el librazo del año, ja ja ja. Recuerdo en una clase que nos mandaron a realizar un pequeño relato. En ese momento sí me picó un poco el gusanillo de escribir. Una vez fui creciendo me empezó a gustar la historia. Hubo una época en la que dejé a un lado la lectura porque estaba centrado en otras cosas. Con la carrera volví a retomarlo y terminé escribiendo un libro, así que ni tan mal».
«Al Julio de la infancia le gustaba mucho leer»
¿Qué proyectos tiene en mente para el futuro? «Para el futuro tengo muchas actividades relacionadas con lo que a mí me gusta, la historia, el patrimonio cultural, la docencia… Actualmente soy profesor de Geografía e Historia de secundaria. Uno de los objetivos que tengo en la vida es llegar a doctorarme. Se trata de un proyecto a largo plazo, porque todavía tengo que hacer otras cosas para ganarme el pan jajaja. A corto plazo, las oposiciones. Son varias cositas que tengo pendientes, todas ellas relacionadas con el patrimonio, la cultura, la historia y también, la docencia».
Participó en la Feria del Libro de La Orotava, ¿qué sintió al ver que la gente quería que le firmara los ejemplares? «Si te soy sincero, me sentí un poco agobiado y apurado, al tener de repente tanta gente a mi alrededor. No estoy acostumbrado a un baño de masas jajaja. En la presentación del libro, me sucedió lo mismo. Al terminar el acto todo el mundo quiso un ejemplar firmado. Pero bueno, al final todo salió para adelante. En esta ocasión ya tenía un poquito más de rodaje. Todas las personas que consiguieron un ejemplar se los firmé y le añadí una pequeña dedicatoria. Al ver la experiencia ahora de manera más tranquila, fue bastante grata».
«En el futuro me imagino siendo feliz, que es lo más importante»
Participó en el Primer Festival de Literatura Histórica en La Orotava, ¿cómo definiría la experiencia? «El poder participar fue una experiencia enriquecedora. Iba de novato, no sabía qué decir. La persona que organizó el festival contactó conmigo, me dijo que hablara lo que yo supiese. En la mesa habían personalidades importantes en el mundo de la investigación histórica como José Farrugia, Alejandro Carracedo, etc. Lo que más me llegó del evento fue la experiencia de haber compartido mesa con ellos y debatir sobre los temas que nos gustas. Es algo que siempre recordaré».
Mirando al futuro, ¿cómo se imagina su vida? «Me imagino haciendo lo que hago y disfrutando, que es lo más importante. Tener pasión por lo que hago y que la gente aprenda conmigo respecto al tema de la cultura, patrimonio, docencia. Estamos en deuda con la sociedad en el sentido de enriquecerla culturalmente. También espero conseguir los objetivos que me he marcado, como ser doctor en historia. Debemos sembrar ahora para en el futuro recoger los resultados que deseamos. Creo que ese es el objetivo y es lo que me imagino en el futuro, siendo feliz, que es lo más importante».