El Paraninfo, con motivo de la conmemoración del cumpleaños del físico canario Blas Cabrera Felipe, acogió a más de una treintena de personas el pasado jueves, 19 de mayo. El evento lo realizó la Agrupación de Teatro de Filología de la ULL, bajo la dirección del profesor Pepe Ramos Arteaga. Una vez se dio la bienvenida, el físico Jorge Méndez Ramos tomó la palabra para conducirnos por la memoria del científico, desde su infancia hasta sus últimos momentos de vida.
Tras la exposición de un breve y emotivo vídeo sobre Cabrera, comenzó una representación teatral. Dos actores dieron vida a Blas Cabrera y a su padre. La interpretación sirvió para reflejar los inicios de la Universidad de La Laguna, es decir, el final de la antigua Universidad de San Fernando. También se hizo honores a la ciudad natal del científico, La Laguna, además de rememorar el oficio de Cabrera con el alumbrado eléctrico de la ciudad.
«Las Islas pueden estar orgullosas por la Física que dejó»
El último bloque de la jornada recibió el nombre de profeta en su tierra. En él se hizo un viaje al pasado, concretamente al 20 de octubre de 1930. Aquel día comenzó el Congreso de Solvay, una serie de conferencias científicas que reunían a equipos científicos de todo el mundo para determinar avances en el campo de la Física y la Química. De esta forma, también se rememoró a quienes compartieron profesión junto al canario, como Marie Curie, Niels Bohr y Erwin Schrödinger.
La última etapa de la vida de Cabrera transcurrió en Cantabria, en plena Guerra Civil. Como rector de la Universidad de Santander, el científico experimentó la represión estudiantil. Las detenciones, los bombardeos y los seguimientos fueron motivos suficientes para que tomara un nuevo destino: París. Sin embargo, la capital de Francia no fue su destino final. Una vez llegó Hitler, tuvo que exiliarse a México. Allí permaneció desde 1941 hasta que su enfermedad, el Parkinson, le puso fin a sus días en 1945.
Para finalizar el evento, la organización eligió la emoción del recuerdo. En honor a quien fuera un profeta de la ciencia en el exilio, se realizó una pieza musical, protagonizada por un piano, un tenor y un violinista. También, hubo espacio para hacer una entrega de premios a su familia.