A raíz de la escasa adopción y la llegada de nuevas mascotas, Ann, propietaria del refugio 4A, se ve afectada por la situación económica que los acarrea. Entre sábanas, colchones húmedos y solo con vallas de separación de metal o madera, habitan: 60 perros, tres cabras, tres caballos, dos ponis, 30 gatos, dos cerdos, cinco tortugas, pájaros y una oveja. Las ayudas solicitadas al Cabildo de Tenerife y al Ayuntamiento de Arico no han dado respuesta a las peticiones de las personas encargadas de esta organización no gubernamental, siendo únicamente el voluntariado quienes ayudan con la limpieza y mantenimiento del establecimiento.
«La gente es muy buena, gracias a quienes me ayudan tengo comida para dos meses, aunque no duermo por las noches pensando en qué haré luego», comenta Ann. Al mes, el refugio rescata a más de 12 animales abandonados, en su mayoría, perros cazadores. Cuenta que agradece la colaboración de las personas, aunque señala que «no es suficiente para mantenerlos con una mejor calidad de vida».
Preocupada por los drásticos cambios climáticos presentados en las últimas semanas, la rescatista pide a través de redes sociales, como Instagram y Facebook, mantas viejas y colchonetas para ubicar mejor a los animales, además de bolsas de alimentos. «Cada ayuda, por más insignificante que parezca, es una mejora a la comodidad de nuestros animales», subraya uno de los voluntarios. Cualquier persona que lo desee, puede apadrinar a uno de ellos y dar una mensualidad como ayuda para su comida o medicación.
El proceso de adopción incluye las primeras vacunas y desparasitación cubiertas por el refugio, a quien le hacen un descuento en un veterinario ubicado en el pueblo del Porís, incentivando así la adopción y no la compra de mascotas, junto a un contrato de responsabilidad entre la persona adoptante y el refugio. En última instancia, quien adopte debe comprometerse a enviar imágenes de su hogar para asegurar que esté en un sitio adecuado y con ello, imágenes de la mascota los próximos meses para comprobar que se encuentre en un estado físico libre de maltrato animal.