El 25 de abril tuvieron lugar distintas charlas como parte del Encuentro de Historia sobre la transición en Canarias 2017. Una de ellas fue De vagos y maleantes a peligrosos sociales: género y disidencia sexual en el tardofranquismo, ofrecida por Abel Díaz Díaz, licenciado en Historia. El ponente compartió su interpretación sobre la forma en la que la dictadura española perseguía aquello que salía de lo heteronormativo.
Así, el historiador explicó el significado de homosexualidad en el contexto represivo de entonces, distinto al actual. Aseguró que el rechazo abarcaba toda una definición del género y que el franquismo perseguía todo lo que se saliese de la masculinidad normativa. «La sociedad aplicaba el término despectivo maricón a hombres que actuasen de una forma femenina, sin ir necesariamente vinculado a su orientación», explicó.
«La sociedad aplicaba el término despectivo maricón a hombres que actuasen de una forma femenina, sin ir necesariamente vinculado a su orientación»
Esta palabra fue, sin embargo, readaptada como identidad por aquellos a los que se pretendía vejar. Díaz compartió el testimonio de uno de los perseguidos: «No nos gustaba que nos dijeran con desprecio: ‘mira al maricón ese’. Pero entre nosotros sí la usábamos y nos llamábamos así”.
También se abordó en la conferencia la cuestión legal y su evolución durante el Régimen. Al principio era la Ley de 15 de julio de 1954, que a su vez modificaba la Ley de vagos y maleantes del 4 de agosto de 1933, la que se usaba para inculpar la homosexualidad. Sin embargo, fue sustituida por la Ley 16/1970, del 4 de agosto del mismo año, sobre peligrosidad y rehabilitación sexual.
El cambio buscaba suavizar la imagen represiva que implicaba a nivel internacional el uso de un código civil que el historiador calificó como “más propio del siglo XIX”. A pesar de ello, denotó que resultó más un cambio estético que de forma, ya que siguieron siendo perseguidas las conductas sexuales y de género que el régimen no consideraba aceptables.