Renzzo es un joven DJ que nació en 1989. Se distingue por trabajar con estilos musicales variados, que recogen desde el funky y el rock, hasta los ritmos latinos, aunque su huella personal siempre han sido los clásicos. Debutó en el Banda Aparte en el 2013, y desde entonces, no ha parado de sumar eventos a la larga lista de experiencias que tiene sobre los escenarios: colaboró con Los 40 Principales en los Carnavales de Santa Cruz de Tenerife, actuó en el Hard Rock, fue telonero de los Dire Straits en el Magma. Ahora, se atreve con su propio lanzamiento musical.
¿Por qué El Selector? «Cuando empecé a pinchar, todo el mundo era DJ. Sin embargo, yo iba con un rollo distinto. Ponía música de todos los estilos, y no quería encasillarme en lo que se conocía en el momento. Por eso, me pareció mejor idea ‘selector’, que es una palabra que ya se usaba en Nueva York, allá por los años 70».
Si alguien en un cartel promocional ve que Renzzo El Selector va a pinchar este sábado, ¿Qué puede esperar? «Pues las sesiones son muy divertidas, muy eclécticas. Puedo traer reguetón, salsa, merengue, e incluso, rock. Lo que más puede esperarse el público es divertirse y sentirse parte. Si me piden un título, y yo lo tengo, lo voy a poner seguro».
¿Es complicado dedicarse a esta profesión? «Es muy difícil vivir de esto. Tienes que ponerle mucha pasión, amor, y ser persistente. No hay que dejarse llevar ni por los comentarios ni por los rechazos. Hay que estar ahí y tener una identidad propia que te haga tener un distintivo frente al resto, por lo que tienes que confiar en tu proyecto. En definitiva: amor, pasión y constancia».
Hace poco que lanzaste tu primer tema, Luna, que actualmente está en el puesto número 12 de la lista de Click and Roll, ¿Estás contento con la acogida del público? «La verdad es que estoy muy satisfecho. No esperaba tanto hype. Es el primer proyecto que hago, por lo que me estoy lanzando a la piscina».
¿Cómo surgió? «Todo nació en Madrid, ya que mientras estaba allí, escuchaba muchos estilos de pop mezclados con una línea ochentera y a su vez moderna. Me di cuenta de que esto, en Canarias, no se estaba haciendo. Después del coronavirus, volví a la capital y esa música era todavía más popular, por lo que en el vuelo de vuelta a la Isla, surgió la idea de esta canción y hablé con un componente de Los Vinagres, un grupo de La Palma, para hacer algo juntos. En un principio, no se llamaba Luna sino Vente, y de ahí surgió la melodía y la letra. Se estancó un poco, pero en enero volvimos a retomarlo, y ya se convirtió en la canción que se conoce hoy. Es un tema que me representa, ya que su propio título refleja lo que me hace feliz actualmente en mi vida personal».
¿Qué supuso para ti lanzar tu primera producción propia? «A nivel personal, mucha emoción y alegría. Es como un niño pequeño con un regalo, donde todo es nuevo, desde el hecho de promocionar tu propio trabajo en los medios y no como cuando hago de DJ, hasta la satisfacción de ser productor y compositor junto a Fuego Salvaje. Cuando todo es nuevo, te da mucha ilusión. En lo profesional, te das cuenta de que todo es más complejo: la distribución, la SGAE, los registros, la promoción nacional y local. Tiene su dificultad».
«Prefiero la sinceridad, porque eso me hace trabajar mucho más, ser más constante y saber valorar a los públicos»
¿Qué supone para un artista el enfrentarse a las opiniones negativas? «A mí me gusta más enfrentarme a las críticas negativas que a las positivas. Lo fácil es darte una palmada en la espalda y decirte que les gusta el tema, pero eso no te deja satisfecho. Prefiero la sinceridad, ya que eso me hace trabajar mucho más, ser más constante y saber valorar los públicos. Lo que no me gusta son las valoraciones hechas con maldad. No es justo. Nadie debería reírse del trabajo de los demás: detrás hay horas invertidas y hay personas. Hay que ser objetivo».
¿En qué se enfocan tus próximas ideas? «Quiero seguir con mis mezclas, ya que es algo que amo y es mi vida. Paralelamente, también quiero continuar sacando temas y seguir produciendo con Fuego Salvaje. El primer objetivo que nos hemos propuesto es sacar un EP en el plazo de un año, con cinco temas y cinco videoclips. Además, ya que hemos sacado el primero, nos gustaría que el resto de los cuatro temas sea con la voz de artistas locales, y así también apoyar el gran talento que hay en nuestras Islas».
¿A qué género musical le tienes muchas ganas? «Me gustaría continuar en esta línea ochentera, aunque quizás ir un poco hacia lo funky o disco, pero no descarto hacer cositas latinas, ya que vivimos en un paraíso latino. Yo mismo nací en Venezuela, así que no descarto hacer alguna salsa o algún reguetón. Se trata de ir evolucionando, pero sin ser drástico».
«Ahora los éxitos son bastante reciclables: salen muy rápidos, llegan muy alto, pero la gente los olvida fácilmente»
¿Qué tienen los clásicos de los 60’s, 70’s u 80’s, que no tienen lo líderes de listas musicales de hoy en día? «Es una pregunta muy difícil de responder. Lo primero a tener en cuenta es que las producciones de esos años se hacía en estudio, y todo era tocado por grupos de música, hecho a mano y con consola, nada digital. Además, los éxitos duraban más, por ejemplo, un disco o una melodía podía durar un año en lista y le costaba pasar de moda. Hoy en día, sale tanto material, al ser tan digital todo, que ya nadie recuerda ni el Despacito, ni Felices los cuatro. Ahora son bastante reciclables: salen muy rápido, llegan muy alto, pero la gente también los olvida más fácilmente. Sin embargo, Billie Jean de Michael Jackson, la gente lo sigue bailando porque dejó huella en la historia».
¿Cuál es tu tema favorito? «Mi canción favorita de todos los tiempos, desde que soy niño, y con la que gracias a ella soy DJ o selector, es Stayin’ Alive de los Bee Gees. Como recomendación, aunque seguramente sorprenda, diría el último disco de Dua Lipa, que es muy ochentero, y en él se mezcla lo pasado y lo moderno, que es una línea que últimamente están siguiendo muchos artistas como The Weeknd o Miley Cyrus. Me quedaría con ese trío de artistas».