Ángela Torbay Betancor, profesora titular del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la ULL y directora de la Unidad de Igualdad de Género, vive estos días de confinamiento como cualquier otra persona de España y de otros países, con tiempo dedicado al teletrabajo, al descanso y al ocio. Considerando el cargo que desempeña en la ULL y tras la polémica que ha generado la celebración de la manifestación feminista del 8M en Madrid y otras ciudades a causa de la pandemia del coronavirus, la pregunta del millón no se hace esperar:
¿Le pareció una irresponsabilidad celebrar las manifestaciones del 8M? «Me parece que, evaluar situaciones a posteriori con información que ahora tenemos, es bien fácil. Lo difícil es tomar las decisiones con escasa información, y eso es lo que creo que ocurrió para permitir la celebración del 8M. Cierto es que esta situación está siendo un aprendizaje continuo para cómo afrontar escenarios como los que estamos viviendo. Si hace una semana alguien nos hubiera enseñado fotos del centro de Madrid, Barcelona o de nuestra universidad, ¿qué hubiéramos pensado? Quizás que se trataba de un relato de ciencia ficción. En esta semana estamos normalizando nuestras vidas, nuestras responsabilidades laborales y, además, estamos viendo infinidad de iniciativas solidarias que nos fortalecen como sociedad. Creo que es en esto donde debemos focalizar nuestra mirada».
«La Universidad no puede ni debe parar»
¿En qué está afectando el estado de alarma a su Unidad? «Es obvio que esta situación está afectando. Sin embargo, hemos activado los recursos telemáticos de los que dispone la ULL para poder mantener nuestra labor lo más eficaz posible. Por ejemplo, ya hemos activado dos entornos colaborativos. De igual forma, mantengo contacto diario con mi subdirectora para responder correos sobre las diferentes áreas que abordamos. La Universidad no puede ni debe parar. Tenemos unos servicios telemáticos bastante avanzados que nos permiten continuar con nuestra labor formativa. Claro que no es igual; es diferente, pero nos estamos adaptando para dar respuesta».
Tomo posesión del cargo en enero. ¿Cómo afronta este cargo de responsabilidad? «Con muchísima ilusión. Las personas que hicieron el primer Plan de Igualdad de la ULL hicieron un magnífico trabajo. Ahora, nosotras impulsaremos el segundo con grandes dosis de trabajo y responsabilidad. Ya hemos constituido una comisión de trabajo integrada por representantes de toda la comunidad universitaria, de los estudios universitarios de la mujer y de prevención de riesgos laborales».
¿Qué propone este nuevo plan? «El reto más inmediato que tenemos es conseguir la cuantía económica necesaria para poner en funcionamiento una oficina para que los casos que nos lleguen sean resueltos con la máxima celeridad posible».
¿Qué medidas contemplan para los casos de acoso? «La persona que haga la denuncia tiene que realizar un trámite para iniciar las resoluciones preventivas. Una vez se decide que se va a poner en funcionamiento, se activa un sistema para solicitar un peritaje, una entrevista o moderaciones. Se trata de resolver el proceso de la forma más óptima para las partes».
«Esto es cosa de hombres, de mujeres y de todos los que crean en la igualdad de género»
¿Y para el colectivo LGTBI? «Entendemos que género aglutina a cualquier persona que se vea debilitada. Además, el Vicerrectorado de Alumnado está trabajando en un protocolo trans, con el que colaboramos. Creo que en este sistema hay una mirada más directa, no solo al colectivo LGTBI, sino también a otras identidades como las personas binarias».
¿Qué ideas innovadoras quiere sacar adelante? «Nos tenemos que familiarizar en que esto es cosa de hombres, de mujeres y de todos los que crean en la igualdad de género».