El movimiento #MeToo trajo consigo una oleada de visibilidad ante los casos de mujeres que se veían asediadas en el medio audiovisual por personajes con mayor autoridad mediática. Desde el destape de los abusos cometidos por el productor cinematográfico Harvey Weinstein, le han seguido nombres como el del fotógrafo de moda Terry Richardson. En las últimas horas en Madrid y a través de las redes sociales se han manifestado en contra de los “follógrafos”, la escoria del gremio fotográfico.
El término “follógrafo” no es un concepto nuevo, pero en los últimos días se ha incrementado su uso. Muchas modelos femeninas se han unido para denunciar a Danilson Gomes (@longshoots_) por utilizar presuntamente su profesión para propasarse con las mujeres. A la crítica de estos actos se ha sumado la famosa ilustradora conocida como Moderna de Pueblo, que ha compartido una viñeta sobre el tema, en el que daba su apoyo a Margalida Maria (@margalidamariax), la primera denunciante de Longshoots. Gracias al aluvión de acusaciones surgió una página de Instagram denominada @follografos_espana, cuya finalidad es “destapar a los camarógrafos que usan su trabajo para ir más allá de una simple sesión de fotos”.
Con estos casos se nos recuerda diariamente que las injusticias siguen estando a la orden del día, pero en este momento, con los focos encima, somos más las que apoyamos a la ciudadanía que denuncia. Ahora es el instante de alzarnos en contra de las disparidades. El mundo está cambiando, el tiempo de las desigualdades se está acabando y cada vez se escuchan más las voces que antes fueron amordazadas.
Los flashes de las cámaras han dejado de estar para deslumbrar y camuflar el abuso sexual. Hoy, están para iluminar y señalar cualquier intento de despotismo. Y por eso es el momento de decir no a los “follógrafos”, no a cualquier abuso, sí al respeto de la dignidad humana con independencia de la identidad sexual, y sí al fin de una época de excesos y supremacías.
Foto: Instagram @modernadepueblo