Gloria Rojas Rivero, catedrática de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de La Laguna, se enfrentará este próximo lunes 13 de mayo a las elecciones al rectorado. Se trata de una decisión que no se había planteado nunca, pese a ya haber ocupado algunos cargos de gestión durante muchos años. «Mi entorno me lo propuso y creí que era el momento. He desempeñado diferentes papeles como decana de mi facultad, vicedecana, directora de departamento y secretaria general en la etapa del rector, José Gómez Soliño. Siempre he tenido una idea muy clara de lo que tiene que ser esta universidad. Ya llevo 37 años dedicándome a ella y no me podía negar a aceptar el máximo puesto con un proyecto serio e ilusionante», afirmó la candidata.
¿Cómo definiría a la ULL? «Creo que tenemos una especie de complejo, tenemos que mejorar nuestra visión sobre ella. Realmente, somos una universidad modesta pero para el territorio en el que vivimos y los medios económicos con los que contamos, realizamos bien nuestro trabajo y está claro que cada vez mejor. Me siento orgullosa de pertenecer a la ULL y por ello me presento a este puesto. Creo que indica mi grado de compromiso con la Institución y su mejora».
¿Cuáles cree que son las medidas que urgen ahora mismo? «Diría que son principalmente cuatro los puntos en los que hay que centrarse. En primer lugar, ampliar la oferta formativa, ya sea implantando más carreras como también con la introducción de dobles grados, dobles postgrados, la enseñanza online… Por otro lado, serán necesarios nuevos recursos para la investigación, así como la realización de análisis profundos en materia del profesorado. También debemos garantizar que se produzcan relevos generacionales sin ningún tipo de consecuencia, además de cuidar las relaciones con la sociedad. Sinceramente, son muchas las cosas que hay que hacer desde el minuto uno, así que trataremos de que la Universidad mejore poco a poco».
¿Entonces considera que es necesaria la implantación de los dobles grados? «Llevo tiempo queriendo que se incluya en la ULL. Creo que se podría haber hecho desde hace tiempo, no es algo tan complicado y en realidad se han llevado a cabo otro tipo de acciones que suponían un reto más grande que este. A las dobles titulaciones les ha llegado su hora, ya es lo que toca, hay que lanzarse a por ellas. Sabemos que están muy demandadas y que muchos estudiantes acuden a otras universidades porque aquí no las ofrecemos. Además, somos conscientes de cuáles son aquellos grados que provocan que los alumnos tomen esta decisión. Sin duda alguna, son absolutamente necesarios y quiero comentar que también nos interesan los dobles posgrados».
Respecto a los posgrados, ¿qué tiene pensado? «Disponemos de una amplia oferta de másteres, por eso ahora toca potenciarlos y abrir la posibilidad de lanzarnos a los dobles posgrados. Si sabemos que tenemos la total capacidad para hacerlo, no debemos esperar, hay que ir a por ello. Hay que lograr crear una Universidad atractiva para aquellos que se preparan para escoger su futuro».
«Somos un buen centro docente, pero puede que no nos conozcan bien del todo»
¿Cómo cree que podría atraer a aquellos jóvenes que no tienen en mente estudiar una carrera? «Todo esto tiene más que ver con el marketing de la universidad. Lo más importante es que la sociedad nos tiene que conocer. Somos un buen centro docente, pero puede que no nos conozcan bien del todo. A veces no es suficiente con la jornada de puertas abiertas, quizás deberíamos acercarnos más a los jóvenes potenciales en edades más tempranas. Hay que adentrarse en el momento en el que tienen que decidir, a veces la Universidad supone un gran desconocimiento para ellos, no saben cuál es el verdadero significado».
¿Opina que debería conformarse como un centro bilingüe? «Sería algo inviable ahora mismo, pero desde luego en el programa de gobierno existe el objetivo de seguir ampliando la oferta académica. Hay que reconocer que no estamos preparados, ni los docentes ni los alumnos, para algo así. Sin embargo, conformar a la ULL como una universidad bilingüe, con grados de asistencia semi presencial, online… provocaría que contáramos con una oferta atractiva y flexible que nos haría aún más competitivos. Hay que tener en cuenta que competimos no solo con universidades públicas, sino también con las privadas que, desgraciadamente, se están estableciendo cada vez más en las Islas».
«La universidad pública es la única que garantiza la igualdad de oportunidades»
¿Ha pensado dotar de ayudas a aquellos que no son de esta Isla? «Yo defiendo la universidad pública porque es la única que garantiza la igualdad de oportunidades en el acceso a la enseñanza. Es cierto que el gobierno hace poco bajó las tasas, cosa que es elogiable, pero me gustaría, incluso, que llegara a ser gratis. Por otra parte, también tengo en mente ampliar el número de becas. En concreto, planteo facilitar el alojamiento a los estudiantes. Las tasas en los colegios mayores no son nada elevadas, porque la universidad bonifica parte del coste, aunque sinceramente me gustaría que fuera el gobierno el que se encargara de eso. De manera que el dinero que nos ahorremos en ello lo podríamos invertir en adecuar las infraestructuras de los diferentes colegios».
¿Qué papel juega la transformación de la Universidad respecto a lo tecnológico y digital? «Es un eje estratégico que atraviesa todo mi programa de gobierno. Se trata de algo muy demandado por muchas instituciones nacionales y europeas. En realidad, la transformación digital recorre a toda la actividad universitaria, la gestión, la docencia… Implica una mejor calidad y la facilitación de la labor investigadora. Esto sí que es un desafío, pero cuento con el profesor Vicente Blanco que también pertenecerá a mi equipo como vicerrector de Tecnologías de la Información y Desarrollo Digital. La verdad es que me da mucha tranquilidad pensar que cuento con él para liderarlo».
«Hay muchos edificios envejecidos y, desde luego, hay que realizar obras de mantenimiento»
¿Qué acciones piensa tomar acerca de las infraestructuras? «Es uno de los campos más importantes de actuación. Hay muchos edificios envejecidos y desde luego, hay que realizar obras de mantenimiento, ya que existen aulas de ciertas facultades que no tienen nada que ver con otras y eso no puede ser así. Debemos lograr que haya igualdad, pero realmente el que tiene suerte de elegir una carrera donde las instalaciones son mejores, prácticamente se ha sacado la lotería. Por ejemplo, hay un planteamiento de rehabilitación del edificio de la Facultad de Educación que lleva ya tiempo esperándolo».
Respecto a las cafeterías, existen muchas facultades que notifican malos servicios. ¿Qué va a hacer para remediarlo? «Hay que cuidar a quien se le otorga la concesión ya que se trata de un tema delicado que a todos nos afecta. Voy a insistir en que hay que vigilar, así como evaluar la calidad y el servicio que prestan».
¿Ha recibido quejas de alguna Facultad en concreto? «Este tema es muy demandado, sobre todo, en la Facultad de Bellas Artes en la que no solo hay quejas acerca de los productos, sino también de la ausencia de mobiliarios de cafetería como simples microondas o cafeteras».
«Habrá un Vicerrectorado de Igualdad, Diversidad y Responsabilidad Social»
Hay alumnos que dicen tener problemas a la hora de realizar las prácticas externas. ¿Se compromete a ampliar los convenios con las empresas? «Esta es una tarea continua y hay que destacar que la ULL es una de las pocas universidades donde se conforma como una asignatura obligatoria. Se trata de un lujo y una gran ventaja, pues supone una oportunidad para el alumnado, pero también para la propia sociedad. Las empresas ganan muchísimo con ello y además reciben mano de obra gratis, cosa que no me gusta del todo, pero yo trato de animar a los estudiantes a que aprovechen esta oportunidad. Les sirve para desmentir esa sensación de que no están aprendiendo nada. Sí que salen bien formados y lo ponen de manifiesto en este primer contacto con el mundo laboral».
¿Piensa implantar políticas de acoso? «Personalmente tengo mucha sensibilidad por los temas de bullying y por la igualdad por razón de género. He escrito un par de libros acerca de eso. Aquí hemos logrado potenciar las posibilidades de que la Universidad pueda intervenir cuando haya indicios de que ocurra algo. En este sentido, he decidido crear un nuevo Vicerrectorado de Igualdad, Diversidad y Responsabilidad Social. Ya existía en otros programas anteriores aunque siempre en un segundo plano. Creo que es algo que debe estar de forma destacada y más en los tiempos que corren».