Carmen Montesdeoca es una luchadora profesional de taekwondo que forma parte del Club Jansu Tenerife. Es natural de la isla de La Palma y compagina su vida deportiva con la carrera de Pedagogía en la Universidad de La Laguna. Asimismo, a lo largo de su larga trayectoria, ha conseguido grandes logros. Es cinturón marrón y ha participado en varios campeonatos tanto a nivel nacional como internacional. La dedicación, la entrega, la pasión y el apoyo, han sido los ingredientes de su receta, con la que ha llegado alto.
¿Desde cuándo practicas taekwondo? «Empecé a los seis años. A esa edad no sabía exactamente lo que quería hacer, no me decantaba en especial por ningún deporte, pero mis padres decidieron apuntarme a taekwondo para aprender a defenderme el día de mañana. Hoy, continúo haciéndolo porque es un deporte que me gusta mucho».
¿Por qué te gusta del taekwondo? «Me gusta porque inculca mucha disciplina. Me ha adiestrado para saber defenderme, claramente, pero aparte de eso me ha enseñado a cubrir otras necesidades y a responder a la gente de una manera menos agresiva. Gracias al taekwondo me he enfrentado a cosas que antes era incapaz de hacer».
¿Cuál es el momento más especial que has vivido a lo largo de tu carrera como deportista? «A los quince años, cuando participé en el Campeonato de España en Tarragona, donde logré llegar hasta cuartos de final».
¿Cuál es el mayor logro que has conseguido? «Uno de ellos fue cuando conseguí el cinturón marrón. Ahora mismo mi mayor objetivo es obtener el de máxima distinción, el negro».
«Vengo de una isla pequeña, en la que los recursos para poder salir adelante son muy pocos y hay muy pocas ayudas»
¿Cuál ha sido la clave para llegar tan lejos? «Creo que la pasión y el apoyo, sobre todo por parte de mis maestros y mis padres».
¿Crees que sin ese apoyo habrías llegado tan alto? «No, para nada. Estoy muy segura de que sin ese apoyo hoy no estaría donde estoy».
¿Ha sido fácil llegar hasta aquí? «No, sobre todo porque vengo de una isla pequeña, en la que los recursos para poder salir adelante son muy escasos y hay muy pocas ayudas».
¿Cuáles son los próximos planes que tu equipo tiene en mente? «En concreto, ahora son continuar con los próximos campeonatos de España, así como conseguir el mayor número de medallas posibles. Y a nivel más general, intentar que más compañeras de mi equipo consigan el cinturón negro».
¿Qué le dirías a aquellos que piensan adentrarse por primera vez en este deporte? «Es una experiencia muy bonita. Dicen que es complicado y que es muy arriesgado, debido a los golpes y las lesiones, pero yo animo a todo el mundo a que lo pruebe. Lo aconsejo, porque es algo que apasiona de verdad».
«Para llegar a un nivel alto tienes que tener una cierta rutina»
¿Se puede compatibilizar con los estudios? «Sí, pero es complicado, porque para llegar a un nivel alto tienes que tener una cierta rutina. Hay que entrenar como mínimo dos horas y media, cada dos o tres días. La clave para poder compaginarlo es organizarte bien. Después de la universidad, suelo llegar a casa a las dos y media de la tarde, hasta las cinco o seis hago mis cosas, y luego voy a entrenar hasta las diez de la noche».
¿Piensas que el taekwondo se encuentra infravalorado en relación a otros deportes? «Creo que sí, porque en comparación con otros tiene muchas menos ayudas económicas. Además, es menos conocido y, al ser un deporte de arte marcial, se suele considerar muy peligroso, cuando realmente es como cualquier otro deporte».
Normalmente se le da más importancia a otros deportes como el fútbol o el baloncesto. ¿Qué piensas sobre ello? «No lo veo demasiado bien. El taekwondo puede ser también un buen deporte. Tiene un gran valor, pues te ayuda a saber defenderte y a aprender nuevas técnicas y disciplinas. Bajo mi punto de vista debería tener la misma importancia que se le da a otros deportes».
La rivalidad y la mala competitividad son algo muy común dentro del deporte. ¿Sueles notarlo en el tuyo? «Sí, se nota bastante, sobre todo dentro de las competiciones. Es verdad que hay piques sanos. Esto no es para nada malo, es bastante positivo dentro de la rivalidad. Pero en muchas ocasiones me encuentro ante casos que chocan demasiado. Aunque es un deporte basado en la disciplina, siempre hay gente que se desvía por otro lado. Estos problemas se intentan zanjar siempre en la medida de lo posible».
¿Cómo te tomas la rivalidad en este ámbito? «Yo he aprendido a tomármelo bien. Al principio era una contrincante muy mala, porque siempre que perdía me lo tomaba muy mal, pero con el paso del tiempo y gracias a mis maestros he aprendido muchísimo a mejorar en este aspecto».
«Me han parado muchas veces por la calle y me han preguntado que cómo me puedo dedicar al taekwondo, si soy una mujer»
¿Crees que la figura de la mujer está infravalorada dentro del deporte? «Creo que sí. Es verdad que cada vez se ven más chicas dentro del deporte. Pero siguen habiendo muchos prejuicios. A mí, en particular me han parado muchas veces por la calle y me han preguntado que cómo me puedo dedicar al taekwondo, si soy una mujer. Yo no me siento ni más ni menos débil que un hombre. Ante esta situación me hago más fuerte, realmente».
¿Cuál crees que es la solución para erradicarlo? «La base principal está en la educación. Es difícil interiorizar el concepto de igualdad cuando nunca te lo han inculcado. A mí, en el gimnasio siempre me han enseñado que los hombres y las mujeres son iguales. He podido observar que cuando un profesor tiene conductas machistas, se nota también en sus alumnos».
¿Hay algún otro aspecto que se debería mejorar? «Siempre hay cosas que perfeccionar, en todos los sentidos. En especial pienso que los estudiantes universitarios deberían tener más atención y mayores ayudas económicas. Debería haber más comprensión e intentar echar una mano a las personas que lo necesitan».