Silencio. No hay más que un mísero silencio. Silencio en la televisión, la radio, los periódicos. Silencio en conversaciones ajenas, silencio en familias, silencio en los jóvenes y en los más veteranos, silencio en Egipto, Nigeria o Yemen. Silenciado el mundo. Pero ya no quiero silencio, quiero escuchar esos gritos, esos llantos sordos. Quiero ver imágenes devastadoras, quiero ayudar con mi conocimiento, con mi saber, con mi atención. Una noticia, de diez líneas colocadas al final del periódico, no refleja tal desastre. Dos imágenes de recurso y una frase impactante antes de presentar los deportes no son suficientes.
Hace unos meses, un viernes cualquiera en Egipto, se cobraron 305 vidas en la mezquita de Al Rauda, entre ellas 27 niños. El peor atentado de su historia y una de las más mortíferas a escala mundial. Sin embargo, los medios de comunicación de nuestro país, supongo que por la poca proximidad del suceso, prefirieron otorgarle un pequeño espacio en sus informativos. La televisión decide dar rienda suelta al redundante tema de Cataluña, a la espectacularización de la muerte del niño Gabriel o a los “intratables” ultras del fútbol.
A lo mejor Europa no es el centro del mundo
“Cerca de mí había un chico de ocho años que le suplicó a uno de los terroristas que no le matara. ‘Por favor, soy solo un niño y no quiero morir’, al instante el terrorista le mira, sonríe y le fusila la cabeza”, recuerda un joven testigo. Pero esta no es más que una anécdota de los atentados terroristas que azotan al mundo. Creemos como borregos que Europa está siendo muy atacada por el terrorismo, y que Inglaterra es uno de los países más afectados. No se preocupen, hasta hace unos días ese también era mi pensamiento, pero es que Nigeria, Yemen, Somalía, Bangladesh, Irak, Siria y Afganistán fueron golpeados constantemente por el terrorismo este pasado 2017.
El continente Europeo no es el más perjudicado. Sin embargo, creemos que nosotros somos a los que han golpeado, a los que han hundido, nos han mostrado que somos el centro del mundo. Para mí un rotundo error, para otros a lo mejor no. Tal vez los medios no son conscientes de su capacidad de educar o quizás sí. A lo mejor deberíamos mostrarle a los ciudadanos que Afganistán ha perdido a casi mil civiles por ataques terroristas, o tal vez deberíamos darle la importancia que se merecen a los más de 350 muertos en Somalía por un coche bomba de origen desconocido, a lo mejor.
A lo mejor solo necesitamos poner los pies en el filo del muro, quitarnos la venda que nos tapa los ojos y respirar, respirar aunque sean llantos, aunque sea dolor, aunque sean sonrisas, aunque sea esperanza, pero abre los ojos, y esfuérzate en que te dejen abrirlos. Como dijo José Mujica, expresidente de Uruguay: “El mundo es como una cosa frágil, hermosa. Por eso la vida es un milagro, y este milagro, así como vamos, da la impresión de que nos dirige a una hecatombe, a un desastre”.