Domingo Hernández Marrero es el presidente de la Sociedad Española de Transplantes. Además, es jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario Carlos Haya y profesor titular del departamento de Medicina Interna de la Universidad de Málaga. Asimismo, es licenciado y doctor en Medicina por la Universidad de La Laguna y, actualmente, está acreditado para catedrático por la Agencia Nacional de Calidad y Acreditación. Entre sus intervenciones más importantes, destaca la edición de más de 250 publicaciones científicas y la autoría de 43 capítulos de libros.
España concluyó 2018 con cifras récord en donaciones y trasplantes de órganos. ¿Cómo se traduce eso? «Efectivamente. España está a la cabeza en donación y trasplantes a nivel mundial. Esto se traduce en que los pacientes con déficit funcional de un órgano sólido, como el riñón, el hígado, el corazón, el pulmón o el páncreas, tienen mayores expectativas de recibir un trasplante de cualquier órgano, lo cual constituye el mejor tratamiento sustitutivo de la función de dicho órgano en términos de supervivencia y calidad de vida».
¿De qué forma afecta esta situación a las listas de espera? «Esto contribuye a disminuir las listas de espera de pacientes candidatos a recibir un órgano. Obviamente, es el fruto de la gran generosidad de la población española en materia de donación de órganos».
¿Qué análisis lleva, entonces, que España sea uno de los países con menor lista de espera para trasplantes y que sea tan amplia para otras operaciones? «El hecho de que en España se haya controlado el crecimiento de las listas de espera para trasplantes se debe a la generosidad de los donantes y sus familiares, al esfuerzo de todo el personal que interviene en un trasplante, ya sea sanitario o no, en todas las Comunidades Autónomas y a la Organización Nacional de Trasplantes que nos ha llevado de la mano en esta tarea».
«Una operación con éxito cambia el estilo de vida del paciente»
¿Qué operaciones de este tipo se antojan más complejas? «En general, los trasplantes de órganos sólidos son un procedimiento complejo no exento de complicaciones y riesgos. Los trasplantes combinados como el trasplante de riñón-páncreas en pacientes diabéticos tipo 1, el trasplante hepato-renal o el cardio-renal, conllevan mayor complejidad operatoria y postoperatoria que los trasplantes simples de cualquier órgano por lo que deben ser llevados a cabo en centros especializados con personal sanitario muy experimentado».
¿Cómo se adaptan los pacientes a estos procesos tan complejos? «La adaptación de los pacientes es mayoritariamente muy favorable tras el cambio tan radical de estilo de vida y supervivencia que proporciona recibir un trasplante con éxito».
¿Es nuestro país puntero en innovación en materia de trasplantes? «En nuestro país se llevan cabo los trasplantes de órganos sólidos acorde a la mejor evidencia científica mundial y las mejores innovaciones terapéuticas disponibles. Es por tanto, que no solo realizamos muchos trasplantes, sino que también se realizan con las máximas garantías de éxito como se ha demostrado en múltiples publicaciones científicas».
«Quizás, en un futuro, las células madre ayudarán a la regeneración de órganos»
¿Qué novedades nos esperan para el futuro? «Desde un punto de vista clínico, el futuro de los trasplante de órganos sólidos se centra fundamentalmente en evitar la pérdida crónica, de origen inmunológico principalmente, de los injertos a medio y largo plazo, un hecho que aún no está resuelto en muchos pacientes. Asimismo, tras el trasplante se incrementa el riesgo de contraer infecciones graves, tumores y ciertas enfermedades metabólicas y cardiovasculares que pueden comprometer la vida de los pacientes. Por ello, hay que lograr un equilibrio entre la potente inmunosupresión utilizada y las potenciales complicaciones que pudieran surgir».
¿El sueño de las células madre está más cerca de convertirse en realidad? «Quizás, en algunos años veamos este hecho factible en la regeneración de órganos con células madre pluripotentes, pero aún está en terreno experimental».
«Cualquier donación a la sanidad pública es beneficiosa para el paciente»
¿Qué le diría a la gente que se plantea donar sus órganos? ¿Y a los que no? «Básicamente, la donación es un acto altruista de gran generosidad que salva vidas y que en otras circunstancias podría ser uno mismo o un familiar el que necesitase en un momento determinado un trasplante para continuar viviendo».
A raíz de la polémica sobre las donaciones de Amancio Ortega a la sanidad pública, ¿qué le parece a usted que un particular realice estos actos? «Sin duda, cualquier donación a la sanidad pública redundará en el beneficio de los propios pacientes».