Dos investigadores de la Universidad de La Laguna, Carmen Romero y Alberto González, forman parte de un proyecto que persigue explicar el cambio climático a través de yacimientos arqueológicos y depósitos volcánicos. El Museo de la Naturaleza y el Hombre de El Cabildo de Tenerife ha puesto en marcha esta iniciativa, titulada Eclipsa, que ya realizó su primer trabajo de campo a principios del pasado mes de mayo en el litoral de la Isla de Fuerteventura y el Islote de Lobos.
Junto a los profesionales de la ULL participan otros especialistas como José Mangas, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria; Álvaro Márquez, de la Universidad Rey Juan Carlos; Inés Galindo y Nieves Sánchez, del Instituto Geológico y Minero de España; Carlos Melo, de la Universidad de Lisboa, así como Juan Coello y Esther Martín, del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife.
La consejera insular de Museos, Amaya Conde, explicó en una nota que «la investigación que se ha planteado, permitirá el análisis y la caracterización de los cambios en la fauna, la flora y los hábitats registrados en el pasado de Canarias, con lo que aportará nueva información sobre su secuencia temporal, sus posibles causas y su repercusión en la biodiversidad actual del Archipiélago».
En esta ocasión, se han podido revisar algunos yacimientos costeros del Mioceno superior y del Pleistoceno superior que se formaron durante episodios geológicos en los que las condiciones eran mucho más cálidas que las actuales. De igual modo, se han analizado algunos del Holoceno, escasamente tratadas en las Islas.
En cada uno de los puntos en los que se actuó se recogieron muestras de rocas de los distintos niveles sedimentarios con el objeto de analizar la composición de los materiales, al igual que los fósiles que se pueden observar en ellos, ya que una de las premisas de este proyecto es evitar la recogida de material fosilífero y su preservación en los depósitos paleotológicos.