La Universidad de Oviedo, junto a doce instituciones (dos de ellas extranjeras), ha participado en la investigación sobre la secuenciación del genoma del lince ibérico, es decir, su capacidad de adaptación al medio. Este animal es actualmente uno de los principales en peligro de extinción en el mundo entero. Se encuentra en una situación de amenaza crítica con solo medio millar de especímenes en la Península.
La principal causa de que la población de linces ibéricos haya disminuido hasta encontrarse a punto de desaparecer fue la caza descontrolada de este mamífero en el siglo XX. Actualmente, la falta de alimento, la aparición de enfermedades y los atropellos son sus grandes problemas. Cabe añadir que es también uno de los genomas con menor diversidad genética, incluso inferior al de otras especies amenazadas como el demonio de Tasmania o el águila de cola blanca, lo que significa que tiene grandes dificultades de aclimatación.
Los científicos han estudiado el ADN de Candiles, un macho criado en cautividad en la población de Sierra Morena. A partir de novedosas técnicas de secuenciación han conseguido leer y ordenar 2.400 millones de letras de su información cromosómica y se han identificado 21.257 genes, un número similar al del ser humano, que se ha comparado con el de otros mamíferos, como el gato o el tigre. Este grupo de investigadores ha concluido que existen indicios de modificaciones en la vista, el olfato y la audición para facilitar la adaptación del lince ibérico a su entorno, lo que le habría permitido convertirse en un cazador excepcional de pequeños animales, como los conejos.
Las nuevas medidas desarrolladas en el marco del proyecto contribuirán a optimizar una gestión dirigida a preservar la máxima diversidad genética, así como a disminuir en la medida de lo posible la incidencia de defectos en las poblaciones, aumentando las probabilidades de supervivencia de este mamífero tan simbólico en nuestro país.