Dos fenómenos provocarán que mañana lunes, 26 de septiembre, Júpiter alcance su mayor tamaño aparente en décadas hasta el punto en el que se podrá observar a simple vista. El Planeta gaseoso brillará casi tanto como la Luna por lo que se dará una oportunidad para su observación que no se repetirá en siglos si la meteorología y la contaminación lumínica no lo impiden.
El planeta más grande que se encuentra en nuestro sistema solar alcanzará su máxima visibilidad la noche de mañana lunes aunque se podrá apreciar hasta finales de septiembre. La razón por lo que se produce este evento astronómico es porque Júpiter se acerca a la Tierra. Ambos planetas no giran alrededor del Sol de manera perfecta.
Su cercanía con la Tierra estará en valores mínimos debido a que se localizará a alrededor de 587 millones de kilómetros. Se trata de su máximo acercamiento en los últimos 59 años y provocado por la imperfecta trayectoria de su órbita que hace que oscilen las distancias entre los dos astros a lo largo de los meses.
También ocurrirá la oposición, es decir, se podrá observar que se encuentra en el punto contrario al Sol cuando salga por el este, lo que hará que la estrella ilumine su cara. Para llegar a divisar los satélites galileanos o algunas bandas se podrá hacer uso de binoculares astronómicos. La Gran Mancha Roja y algunos detalles más concretos requerirán equipamiento de mayores capacidades como telescopios de lentes más grandes.
Esta noticia se ha realizado de forma conjunta con Kevin García.