La escultora peruana Karen Macher impartió el pasado viernes, 28 de julio, en el II Campus de Escultura, Arte y Naturaleza, la conferencia En el paisaje y el corazón: proyectar las líneas en la tierra. La artista comenzó la charla agradeciendo a la Fundación Curbelo Santana por la invitación para participar en el Campus. Durante el Encuentro invitó al equipo de estudiantes a aceptar las dificultades que surgen en el arte: «Las obras deben cambiar como cambia la vida».
Macher contó su primera experiencia trabajando en esta corriente del arte contemporáneo. Trasladó al público a Bélgica, lugar donde descubrió que no conocía nada del entorno natural: «Solía trabajar en ambientes muy secos. Cuando llegué a este país no paraba de llover». La escultora señaló que como artistas deben aprender a adaptarse al medio. «Lo más importante es tener una mente abierta y disponerse a encontrar soluciones», añadió.
«Trabajar en el paisaje es más bonito si vas dispuesto a encontrarte con cosas y dejarte sorprender»
El encuentro procedió con la mención de las obras más destacadas en países como Corea del Sur, Suecia, Italia y Noruega. Aprovechó la oportunidad para contar los contratiempos que ha vivido en cada una de sus creaciones: «Me interesa que la obra se degrade, que cambie. Sentir que la naturaleza interviene me hace recordar que es ella quien tiene la última palabra sobre mis obras».
Hizo especial hincapié en lo importante que es utilizar materiales que puedan ser acogidos por el entorno natural. Consideró que «el tiempo atmosférico es un factor crucial en el land art. En muchos casos no es predecible y te obliga a cambiar los planes sobre la marcha». Además, subrayó que «para lograr integrar la obra en el espacio debes empezar por conocer la historia del territorio».
La escultora motivó a investigar sobre esta corriente artística que promueve la creación desde la sostenibilidad. «Trabajar en el paisaje es más bonito si vas dispuesto a encontrarte con cosas y dejarte sorprender», finalizó.