En las playas de Tenerife abundan la arena negra debido a su origen volcánico. La calidad de sus aguas, la accesibilidad y la educación ambiental han hecho que algunas de estas costas sean reconocidas con el galardón de Bandera Azul, como las playas del Socorro, El Médano y del Duque. Se trata de un programa internacional que se encarga de garantizar la ecocalidad turística. Y junto a ellas encontramos espacios en donde las rocas y el suave batir de la marea llenan de encanto y magia el litoral. Rincones que no conocen al turismo de masas. ¡Mejor así! Nos encantan.