Ricardo Gurrero Lemus es profesor del Departamento de Física de la Universidad de La Laguna, donde imparte clases en Ingeniería Electrónica e Ingeniería Técnica Industrial y, además, es director del Máster Oficial en Energías Renovables de la ULL. Es miembro del grupo Task-14 de la Agencia Internacional de Energía y participa en el Proyecto Graciosa. El profesor habla acerca de los planes en los que interviene y da su opinión, como experto en el ámbito de los sistemas renovables, sobre la situación actual de este tipo de energías y su posible futuro.
¿Cuál es su postura ante la situación actual de las energías renovables? “Ahora todo es mucho más fácil que cuando empecé. Hay una conciencia ciudadana tremenda y el lastre de ‘sí, pero son más caras que las convencionales’ ha dejado de existir. Ahora son más baratas. El único problema es que siempre hay gente que trata de apoderarse del nicho del mercado. Desde el ámbito académico trato de introducir rigor para que la transición a renovables beneficie a todo el mundo. Lo que se intenta es que el cambio de convencionales a renovables esté en manos de todos los ciudadanos. Es evitar que unos listos lleguen más rápido y se lo queden”.
«Nuestras condiciones climáticas son favorables y a la vez implican desafíos»
A finales de 2016, el Proyecto Graciosa introdujo la primera cámara en España que predice la producción de energía fotovoltaica. ¿Se han cumplido los objetivos propuestos? “Estamos a punto de terminar. Nos reunimos el 13 de marzo en La Graciosa. Ya todo lo que es el sistema de control de la red inteligente está montado. Ha sido un gran desafío, pues es operar en un lugar muy complicado, un sitio donde existen unas restricciones medioambientales severas y transportar cualquier cosa es complicadísimo. Hay que trasladar todo el material en pequeñas embarcaciones y no dispones de técnicos sobre el terreno, sino que los tienes que llevar también. Además, las comunicaciones son bastantes irregulares, porque lo hacemos todo por telefonía móvil y a veces funcionan mejor y otras peor. A mí de cara a un futuro me apetece actuar en África, esto es un entrenamiento”.
¿Se plantea una ampliación del plan a otras islas o zonas del país? “Mucha gente está trabajando en redes inteligentes. La suerte que nosotros tenemos son nuestras condiciones climáticas, muy favorables en fotovoltaica. No obstante, existen desafíos, como el viento, el polvo, el ambiente salino… Trabajamos sobre el terreno; sin embargo, otras personas investigan teóricamente con modelos en ordenador o lo plantean en algunas superficies muy cómodas para trabajar. Hay muchos grupos metidos en ello porque la idea antigua de que la central eléctrica sirve la energía y los demás consumen se ha acabado. Ahora cualquiera puede producir también. Entonces, las redes se arman un lío si no están preparadas. Se debe tener una seguridad. Pero con la facilidad que supone, se pueden hacer un montón de cosas”.
«Confío en que la ULL tenga un papel de liderazgo en el diseño de políticas de penetración»
El pasado año, fue incorporado al Task14, una de las áreas del proyecto sobre energía fotovoltaica llevado a cabo por la Agencia Internacional de Energía. ¿Cómo transcurre la idea? “Nos hemos puesto de acuerdo un grupo de expertos a nivel internacional en representación de distintos países para pensar en cómo será un futuro completamente renovable basado en fotovoltaica. Según la Agencia Internacional de Energía, esta es la ganadora, excepto en países muy septentrionales. Entonces, nos congregamos dos veces al año y compartimos la información que se hace en cada país. Elaboramos documentos y se los ofrecemos a los gobiernos como recomendación”.
En abril de este año, tendrá lugar en Malasia una reunión acerca de la investigación que se está desarrollando en el Task14. ¿Qué espera de ella? “Confío en que la ULL tenga un papel de liderazgo en el diseño de políticas de penetración basado en fotovoltaica para sistemas insulares. Existen muchísimas islas habitadas, donde se tienen claras necesidades de aporte energético. Y estos son los entornos más difíciles para alcanzar un 100% renovable. En los continentes todo está interconectado, los países se venden electricidad unos a otros. Eso permite que Dinamarca tenga ese alto índice de penetración porque realmente es una esquinita del sistema eléctrico europeo. Presume de energía renovable, pero lo que consume es la energía nuclear francesa. Sin embargo, no informan de ello. Los intercambios con otros países hay que contarlos. España, por ejemplo, tiene conexiones limitadas, pero gestionamos muy bien nuestras renovables”.
«En Canarias los políticos creen ser mejores diciendo disparates sobre las renovables»
El Hierro ha vuelto a ser protagonista por suministrarse 18 días de energía completamente renovable. ¿Piensa que esto se podría hacer en Tenerife o Gran Canaria? “Es un sistema interesante. Ha costado mucho dinero y eso hace que la electricidad de la isla sea la más cara de España en producirse. Por otro lado, estar siempre en la vanguardia implica un coste. Para islas mayores lo dudo porque los depósitos de agua tienen que ser más grandes y hay épocas del año en las que no corre el viento. Además, se debe considerar el vehículo eléctrico. Si se empiezan a comprar, tenemos una capacidad de almacenamiento que merece atención. No es sencillo. Hay que introducir rigor. Me da la impresión de que en Canarias los políticos creen ser mejores diciendo disparates sobre las renovables. Me preocupa. Ese dinero puede servir para otras cosas y no estamos para tirarlo a la basura”.
¿Considera que las energías renovables se convertirán en el sistema de suministro más usado? “Eso es lo que quiere todo el mundo, que seamos 100 % renovables. Pero también, cuando te están operando del apéndice, no quieres que se te apague la luz del quirófano. Dependemos mucho de la electricidad. La prioridad es garantizar que vamos a tener siempre suministro, más que el tema de las renovables. Hay que acometer el paso a las renovables con tranquilidad. Es un tema muy serio, está al mismo nivel que la alimentación. Y en el no deben caber intereses partidistas. Existen hechos históricos que demuestran que se ha sufrido con el desabastecimiento energético en Canarias”.
¿Cuáles son sus proyectos de futuro? “Me encanta pensar en los sistemas energéticos insulares, eso es lo que más me apasiona ahora mismo, la visión global. Incluso, no solamente electricidad, sino también combustibles. Seguir con la Agencia, que es muy estimulante. Después, quiero entrar en África, estamos tratando de mejorar la docencia como indagación de las energías renovables allí. Tenemos contacto con las mejores universidades y centros de investigación de Túnez, Argelia y Marruecos, entro otros. Ahora tengo ganas de devolverle a la sociedad el privilegio de poder estar haciendo lo que me apasiona y que me paguen por ello. Quiero devolverlo en conocimiento”.