Con un trasfondo ecologista, de conservación de la naturaleza y el medio ambiente, la música y la poesía se darán cita hoy a las 19.00 horas en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna. Los paisajes de la isla de Tenerife sirvieron de inspiración al poeta canario Fernando Garcíarramos para escribir los 14 poemas que conforman su nuevo CD Las brujas de Naga. A excepción de uno de los poemas, que está dedicado a El Hierro.
El álbum será presentado en un encuentro con entrada libre y aforo limitado. Además, se permitirá el estacionamiento gratuito en el aparcamiento del Edificio Central de la ULL. Siete de las piezas serán recitadas por el autor, y la otra mitad estará cantada al piano por Blanca Quevedo, combinando un conjunto de sonidos que recordarán a la música francesa del siglo XIX. La isa, el blues o el tango son algunos de los estilos que estarán presentes en el recital.
El título de este poemario, que complementa al publicado el año pasado bajo el nombre Anaga aberrunto, coincide con el poema que Quevedo ha convertido en canción y que abre el disco en sus dos versiones: cantada y recitada.
Portugal de Taganana, Chamorga, El Draguillo, Las Palmas de Anaga y Roque Bermejo o Anaga son algunos de los espacios que se suceden en la obra, con un elemento común: la magia de los cuentos que el abuelo de Arminda, la esposa del poeta, le contaba al recorrer estos lugares. Las brujas de Naga (montaña en guanche) son las protagonistas de estos textos, que según el autor, existieron y salían a caminar desnudas por los parajes descritos, transportándose en objetos cotidianos en lugar de escobas.