Edith Padrón Fernández, la profesora de la Universidad de La Laguna que promueve el proyecto de divulgación Un fisquito de Matemáticas anunciaba previo a la conferencia de ayer, 21 de marzo, que la mayoría de las charlas de esta 8ª temporada serían expuestas por mujeres. Así dio paso a Patricia Hernández León, antigua alumna y graduada en Matemáticas y Física, que fue la encargada de hacer efectivo el nombre de este coloquio: «Un fisquito que probablemente no esperabas».
Su charla consistía en un examen que planteaba la siguiente cuestión: «Trazamos aleatoriamente una cuerda dentro de un círculo. ¿Cuál es la probabilidad de que su longitud sea mayor que la del lado del triángulo equilátero circunscrito?». Lo que era un problema aparentemente sencillo para los matemáticos, daba tres soluciones: un tercio, un medio y un cuarto. «¿Cómo es posible?», preguntaba Patricia. La pregunta clave es: «¿Qué significa trazar una cuerda al azar?».
La paradoja de Bertrand
El objetivo de este ejercicio era exponer que «la precisión es muy importante», ya que si lo aleatorio no está definido, los tres resultados pueden ser correctos. León aclaró al final de su ponencia que, si la prueba anterior fuera un examen real, todos hubieran aprobado, pues dice que «el concepto de aleatoriedad se utiliza muy a la ligera» y es un error del profesor no fijar en el enunciado qué es la variable aleatoria para él.
Este planteamiento era una alusión a la paradoja de Bertrand, un matemático francés que la formuló por primera vez en 1888.