El municipio de Tegueste festejó el pasado domingo, 30 de abril, su tradicional Romería en honor a San Marcos Evangelista. Después de tres años sin poder celebrarse con normalidad debido a la irrupción de la pandemia, el pueblo teguestero ansiaba la llegada de su tradicional festejo. En su 55º edición un total de 27 carros, carretas y barcos recorrieron las calles. Bajo un sol abrasador, más de veinte mil personas se reunieron en el pueblo.
Como es tradición, la celebración tuvo lugar el último domingo del mes de abril. La Romería, encargada de dar el pistoletazo de salida al resto de festividades de esta índole en Tenerife, se trata de unos de los encuentros culturales más importantes del Archipiélago. La primera celebración fue el 27 de abril de 1969 y tres años después comenzaron crear sus representativas carretas de grano. En el año 2021 y 2022 fue adaptada a las circunstancias sanitarias.
Las personas que participan en las carretas comienzan a prepararlas varios meses antes. Se trata de un trabajo minucioso, puesto que deben pegar grano a grano. «Es un trabajo muy tedioso. Cuando yo no lideraba la carreta el trabajo era maravilloso y extraordinario, ahora que soy la jefa me he dado cuenta de lo muy costoso que es mantener un grupo y asumir los gastos de mantener una carreta», confiesa Ana Beatriz, jefa de La Carreta Los Binchenis.
En los meses de preparación se dedican a pegar grano a grano las diferentes semillas para formar las ilustraciones. Entre ellas destacan: lentejas, arroz, trigo sarraceno, arroz salvaje, mijo o amapolas. Para conseguir los diferentes colores y tonalidades tuestan u hornean los granos o los tiñen con tintes naturales como son la cúrcuma, el perejil y el cilantro, la remolacha, la violeta, etc.
La técnica del tueste es muy importante, puesto que gracias a ella logran realizar las diferentes sombras necesarias para las ilustraciones. Cada carreta elige uno o varios motivos para representar, respetando siempre el límite de altura de cuatro metros. Además, en esta ocasión algunas carretas tuvieron que utilizar altos palos para subir el tendido eléctrico de las calles y lograr que no chocaran.
En esta ocasión revivieron sus fiestas por todo lo alto como siempre lo habían hecho. La romería partió de la Iglesia de San Marcos sobre las 13.00 horas y comenzó su tradicional recorrido pasando por las calles La Audiencia, El Carmen, Calle nueva, Prebendado Pacheco, Plaza San Marcos, Calle el Pino, para finalizar en La Placeta. En ella, además de carretas también participaron barcos.
«En un lindo pueblo como este dan ganas de cantar de noche y día»
Este año concurrieron un total de 27 carros, carretas y barcos, gran parte de ellos tirados por yuntas, que repartieron papas, pellas de gofio, plátanos, cotufas, huevos duros, vino, etc. La festividad estuvo marcada por el sol y el calor, sin embargo, la temperatura no limitó que las personas se reunieran en el municipio.
En el paso de la Romería, las diferentes agrupaciones folclóricas cantaron temas del cancionero popular canario: «Estamos en abril de romería, cantando vamos todos pa’ Tegueste, porque en un lindo pueblo como este dan ganas de cantar de noche y día», «Andrés, Andrés, repásate el motor…», «Esta noche no alumbra, la farola del mar…».
Las personas ganaderas de la Isla acudieron con su ganado al festejo. El domingo trabajan desde muy temprano para acicalar a sus animales, cargarlos en sus respectivos remolques y traerlos al municipio. En el camino se observó como menores y jóvenes se hacían cargo de las labores familiares estando al frente del rebaño. Las vacas, los toros, los burros, las mulas y el ganado caprino y ovino cuentan con un papel muy importante y hacen que esta romería del norte de la Isla sea de interés.
En el encuentro participaron también diferentes agrupaciones folclóricas de la Isla: la AF Tejeguate de isla de El Hierro, la Rondalla Santa Cecilia de La Esperanza, la tradicional Danza de las Flores de Tegueste, asociación con más de cinco siglos de historia, entre otras. Isabel Trujillo, integrante de La Danza de las Flores, manifestó el poder danzar como «todo un honor al poder seguir la tradición», además valoró lo «bonito que es el poder compartir lo que significa bailar para todos el pueblo». A su vez, Lucía María Fernández, también danzadora, definió la danza como una tradición familiar y añadió que «después de la pandemia mucha gente dejó de bailar».
Para terminar la jornada, a las 16.00 horas aproximadamente dio comienzo la verbena que estuvo amenizada por la Orquesta Malibú Band, el Grupo Latin Son y el Grupo Son Sin Límite. «Es una de mis fiestas favoritas. Echaba de menos el poder disfrutar de mi pueblo con mi amistades y familia», agregó Pablo López, joven que estaba en la verbena, mientras que su amigo Eduardo Méndez quiso añadir que el «buen rollo» que se disfrutó fue lo fundamental.
