Al tabaquismo y las dietas ricas en grasas saturadas, se le une un nuevo potenciador de las enfermedades del corazón. El estudio realizado por investigadores de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de York en Heslington (Reino Unido), establece que las personas que se sienten solas o viven aisladas de su entorno, tienen un 30% más de riesgo de padecer enfermedades cerebrales y cardíacas.
El proyecto que ha sido financiado por el Instituto Nacional para la Investigación de la Salud, cuenta además, con la colaboración de científicos de la Universidad de Newcastle y la Universidad de Liverpool.
En los 23 exámenes llevados a cabo a 181.000 adultos occidentales, se diagnosticó un total de 4.628 casos de cardiopatía isquémica y más de 3.002 cerebrovasculares.
Para Nicole K. Valtorta, directora de la investigación “nuestros resultados sugieren que las deficiencias en las relaciones sociales se asocian con un incremento del riesgo de desarrollo de la isquemia de corazón y el ictus. Así, combatir la soledad y el aislamiento social puede tener un papel muy importante en la prevención de dos de las principales causas de morbilidad en los países ricos”.
Según datos de la OMS, en 2012 murieron 56 millones en el mundo. Un total de 17,5 millones fallecieron de enfermedades cardiovasculares, de las cuales 7,4 millones se atribuyeron a la cardiopatía isquémica y 6,7 millones a deficiencias cerebrales (3 de cada 10), en la actualidad, esta patología sigue siendo la primera causa de mortalidad a nivel internacional.
A pesar de no poder extraer aún conclusiones definitivas sobre la relación causa- efecto, los investigadores abogan por dar una mayor importancia a las conexiones sociales entre las personas, para la prevención y el bienestar general de la salud pública. Por lo tanto, fomentar actividades como la amistad y las relaciones desde edades tempranas, pueden ser claves para disminuir la probabilidad de padecer este tipo de dolencias.