La Facultad de Psicología y Logopedia de la Universidad de La Laguna acogió ayer miércoles, 29 de enero, el tercer encuentro del proyecto E-Motion Potential for highsensitivity, que se extenderá hasta hoy y reúne a más de una decena de investigadores internacionales que trabajan en este estudio europeo centrado en la detección de la alta sensibilidad, principalmente en niños y niñas. Este proyecto está siendo liderado por la doctora polaca Monika Baryla-Matejczuk, y la Universidad de La Laguna es una de las instituciones que están aportando conocimiento junto a expertos de Albania, Rumanía o Italia.
El encuentro dará a conocer los resultados tras año y medio de investigación, y sentará las bases para el desarrollo de un instrumento que permita cuantificar la alta sensibilidad y establezca muestras normativas. Moisés Betancort, profesor del área de Metodología de las Ciencias del Comportamiento de la Universidad de La Laguna, lidera el proyecto en este centro académico y hace hincapié en su importancia, puesto que este rasgo de personalidad afecta al 20 % de la población, además de que posee una gran carga hereditaria.
El experto afirma que no se trata de un trastorno clínico, ni trabajan para realizar un diagnóstico: «La alta sensibilidad es un rasgo de personalidad como puede ser la introversión». Incluso va más allá indicando que las características de este tipo de niños y niñas se basan en que «no son impulsivos, reflexionan mucho antes de actuar, detectan las emociones antes que otros niños o se bloquean ante determinados estímulos». Partiendo de esta forma de ser, las investigaciones ya realizadas demuestran que si esta alta sensibilidad no es atendida a tiempo puede acarrear problemas en la edad adulta.
Trabajando con docentes y familias, Betancort ya ha recogido datos en las Islas Canarias, principalmente en Tenerife. Aunque asegura que pertenecen a un primer barrido, el investigador señala que «parece que gran parte de las personas que han respondido a un cuestionario específico, lo han hecho contestando ítems que muestran atisbos de que se trata de casos de personas altamente sensibles».
Hasta la fecha, la detección de la alta sensibilidad se basaba en algunos cuestionarios desarrollados por la investigadora Elaine Aron, que fue la primera en hablar de este término. No obstante, con este proyecto europeo se pretende profundizar en este rasgo de personalidad e, incluso, indagar aún más en todo tipo de sensibilidad y no solo quedarse en la emocional, sino también en la química o la física, tanto en bebés, menores o adultos, tal y como afirma Moisés Betancort.