El Vicerrectorado de Cultura, Participación Social y Campus Ofra y La Palma en colaboración con el Ayuntamiento de Tegueste organiza el Curso de Extensión Universitaria Oportunidades y riesgos en las redes sociales para la juventud, los días 9, 10 y 11 de noviembre en el Aula 0 del Centro Cultural Príncipe Felipe del municipio tinerfeño. El taller estará dirigido por Carlos José González y María Belén San Nicolás, profesorado del Departamento de Didáctica e Investigación Educativa de la ULL.
Los diferentes dispositivos móviles estarán presentes durante todas las actividades colaborativas. El objetivo es que el alumnado reflexione sobre su propia práctica para después lograr hacer un uso constructivo y responsable de las redes sociales. Además de poder concienciarse de las ventajas y desventajas de las redes sociales, el taller será una experiencia de aprendizaje basado en actividades que enseñarán las posibilidades de desarrollo personal, profesional y social que estas herramientas tienen.
Las jornadas se dividirán en dos talleres impartidos por Carlos José González y María Belén San Nicolás. La primera se centrará en el uso y las relaciones sociales en las redes más populares. La segunda tratará de descubrir las amenazas como el grooming o la tecnoadicción que existen en estas plataformas. El importe de inscripción es de 20 euros. No obstante, quienes residan en Tegueste podrán beneficiarse de un 50 % de descuento.
Un espacio de expresión
La profesora Belén Nicolás considera que las redes no son más que un espacio de socialización más, como lo es el colegio o la familia durante la infancia. «A través de estos estímulos vamos creciendo como personas, construyendo relaciones de amistad y formando grupos en los que más tarde buscamos aceptación y reconocimiento», añade. Por ello, afirma, al igual que en las relaciones cara a cara debemos tener en cuenta una normas de comportamiento cívico que en la red se conocen como netiquetas. Resalta que «la huella digital nos priva del posible anonimato que creemos que nos proporcionan este tipo de plataformas».
Recuerda que a pesar de los muchos peligros asociados al uso de las redes sociales también tienen aspectos positivos que hay que poner en valor. «En la etapa de la adolescencia y la juventud son un espacio en el que las relaciones que se dan en el contexto real, se extienden también al contexto digital de las redes sociales, refuerzan estos lazos y son un área de reafirmación y reconocimiento mutuo», comenta. Además, subraya, las personas construyen su identidad digital y proyectan su propia personalidad para mostrarse ante el mundo como quieren ser vistos, por ello, de igual forma se definen como «un espacio de expresión».
Argumenta que la tecnología es algo que está presente en el día a día de todas las personas y «vivir desconectado no es ni posible, ni deseable». No obstante, dedicarle demasiadas horas a estas plataformas dificulta prestar atención a otras cuestiones también importantes. «Si somos capaces de transmitir a los jóvenes cómo hacer un uso adecuado de la tecnología estaremos contribuyendo a la construcción de una sociedad mejor», concluye.