La Universidad de La Laguna regresó ayer martes, 10 de mayo, a casa con un total de diez medallas de campeón en las doce disciplinas que se disputaron en el Campus de Tafira. La jornada prometía grandes alegrías para los conjuntos tinerfeños, que, tras un gran esfuerzo, consiguieron vencer a sus homónimos de Gran Canaria. La representación lagunera solo falló en los encuentros de squash y vóley playa masculino, lo que la hace llegar de muy buena forma a las jornadas restantes de mañana jueves, 12 de mayo.
La competición comenzó a las 11.00 horas con la disputa de la mayoría de deportes de equipo. En el caso del fútbol sala, la institución lagunera vuelve a Tenerife con la consecución de un triplete en las modalidades de femenino, masculino y mixto. Todos estos partidos se disputaron en el pabellón polideportivo del Campus Universitario de Tafira. En los tres partidos el ambiente se notaba festivo, con unas gradas repletas de estudiantes locales, aún más en el segundo partido.
El partido femenino acabó con un resultado de 2-4 en un duelo en el que las espadas estuvieron por todo lo alto hasta el final del tiempo. Tras remontar el tanto inicial de la ULPGC, el equipo visitante consiguió darle la vuelta al marcador con dos goles, uno con un tiro a la escuadra. Aún así, una pena máxima a favor de las locales puso las tablas en el marcador antes del descanso.
En la reanudación, la calidad de las tinerfeñas sirvió para distanciarse con dos goles en el marcador, arrojando un resultado de 2-4 que al final sería el definitivo. Este resultado toma un mayor valor debido a que el conjunto femenino no pudo disputar ningún partido en el Trofeo Rectora de la ULL. Por ello, se configuró una selección de jugadoras para esta competición
La final de sala masculino, el gran atractivo del público
Más tarde, llegaría la emoción absoluta a las gradas del pabellón grancanario con el inicio de la final de fútbol sala masculino. El ambiente fue admirable por parte de los locales, que no pararon de animar a su equipo en ningún momento. La contienda comenzó comenzó con tres buenas intervenciones por parte del portero local, que nada pudo hacer ante el disparo que supuso el 0-1 para la ULL.
Ante el dominio visitante, y en señal de protesta, a falta de 4:41 minutos para el final de la primera parte la afición local lanzó una botella de agua al campo, hecho que provocó que se detuviera el tiempo para limpiar la pista. Tras esto, el conjunto tinerfeño consiguió ampliar su ventaja, pero un tanto de los locales volvió a poner la distancia en tan solo un gol. Con esto se llegaría al final del primer tiempo, con los gritos de «Sí se puede» por parte del público local.
En la segunda mitad, la ULPGC salió en busca del tanto del empate, cosa que casi consigue tras una falta al borde del área que la defensa lagunera tuvo que sacar bajo los palos. Más tarde la fortuna se alinearía con los visitantes, ya que el conjunto local erró un mano a mano para, segundos después, conceder el 1-3 en el luminoso tras una buena jugada combinativa.
Alentados por su público, el conjunto grancanario intentaría encontrar otro gol que los metiera en el partido, aún más después de que el equipo de la ULL cometiera la quinta falta que suponía sanción de doble penalti en cada falta que se produjese. Sin embargo, los esfuerzos locales no fueron suficientes y el encuentro acabó sin más goles.
La última final del día en el pabellón la disputaron los equipos de fútbol sala mixto de ambas universidades, que acabó con un resultado de 0-1. Los conjuntos, formados en su mayoría por participantes de los dos anteriores partidos, no dieron un gran espectáculo, lo que hizo que, acompañado de un decrecimiento de la actividad de la grada, se notara un encuentro frío. En la primera parte no hubo mucho que reseñar. Ambos equipos se repartieron el balón y predominó el juego en el centro del campo.
Con el inicio de la segunda parte el partido se revolucionó de la forma que no lo hizo en el primer tiempo. Ambos equipos buscaron con más fuerza el tanto de la victoria, motivados también por la llegada del final del partido. Así, a falta de seis minutos, el portero de la ULPGC achicó una pelota con la mala fortuna de tocarla con la mano fuera del área, lo que se sancionó como falta indirecta a favor de los visitantes.
El árbitro de la contienda determinó que esa acción era merecedora de tarjeta roja ante la estupefacción de la grada local. En fútbol sala, una expulsión dura dos minutos de juego o hasta que el equipo con un jugador más marque un gol.
En este caso, la superioridad no duró ni un segundo, ya que en la misma falta que provocó la sanción, el equipo de la ULL se adelantó con un disparo raso al poste derecho de la portería local. Los jugadores de casa se quejaron de que el tiro fue directamente a portería, algo que no puede ocurrir en una falta indirecta, pero los colegiados hicieron caso omiso a los requerimientos locales. Tras esta acción, la Universidad de Las Palmas jugó con 5 jugadores de campo durante los minutos finales, pero el resultado no se movería en el electrónico.
Tenis de mesa, fútbol 11 y vóley playa también consiguieron medalla
Mientras esto ocurría en el pabellón del Campus de Tafira, el en campo de fútbol del mismo recinto tenía lugar la final del torneo de fútbol 11, que se saldaría con un resultado de 0-2 a favor de la Universidad de La Laguna. Por su parte, la delegación de vóley playa consiguió alzarse con la victoria en las categorías de femenino y mixto. Además, la pareja de tenis de mesa mixto también alcanzó la gloria en las instalaciones de la ULPGC.
Con las competiciones acabadas, la entrega de premios se celebró a las 14.30 horas. En ella se respiró un ambiente de deportividad y compañerismo por parte de ambas universidades. Aparte de los típicos piques entre islas, la jornada se desarrolló de una forma normal y tranquila. Tras las condecoraciones, se dio por finalizada la ceremonia y se procedió a la realización de un almuerzo colectivo entre deportistas.