Investigadores del Departamento de Física Aplicada de la Universidad de Alicante (UA) se centran, desde hace más de siete años, en la búsqueda de modelos más completos y eficaces para el tratamiento del cáncer con haces de iones de alta energía. Este tipo de proceso, denominado hadronterapia, consiste en depositar energía en las células cancerígenas a través de partículas como protones, helio o carbono.
Un haz de iones está compuesto por moléculas cargadas eléctricamente. Esencialmente la fuente de estos son generadores de plasma equipados con un conjunto de rejillas que permiten extraer un chorro de este tipo de átomo.
El problema de la radioterapia convencional consiste en que daña de forma importante los tejidos sanos produciendo efectos secundarios adversos en los pacientes. Frente a esto, depositar energía en las células cancerígenas a través de haces supone una alternativa. “La ventaja que tiene la hadronterapia es que los iones pierden poca energía al principio de su recorrido dentro del cuerpo y de golpe la pierden justo al final de su trayecto. De esta manera, es posible hacer que la energía depositada tenga lugar fundamentalmente donde se encuentra el tumor”, apunta Isabel Abril, catedrática de la UA.
Gracias a esta técnica será posible aumentar las dosis de radiación siendo menos tóxico para el paciente, sobre todo si el tumor se encuentra cerca de órganos sensibles como el cerebro, la próstata o la médula espinal.