Hace una semana, el farmacéutico comunicador e integrador social Abián Asael Mesa Domínguez, conocido por su papel como divulgador sanitario en medios de comunicación y redes sociales, compartía en su perfil de Instagram una lista de consecuencias físicas y psicológicas de un problema que, desde hace décadas, afecta a miles de residentes de la Isla de Tenerife. Cada mañana, de lunes a viernes, estudiantes y personal laboral se ven en la obligación de lidiar con los colapsos que se producen en la TF-5, en sentido Santa Cruz, con la agonía y la preocupación de llegar pronto a sus clases o puestos de trabajo.
«Quiero que sepas que estas colas que sufres afectan a tu salud, sobre todo porque es un problema que enfrentas de forma diaria», escribía Mesa. Así, con más de 2.000 ‘me gusta’, miles de usuarios y usuarias compartían y comentaban con indignación la publicación con el propósito de recordar a las administraciones públicas de la Isla, que todavía hay cientos de personas que se despiertan a las cinco de la madrugada para recorrer un trayecto de 2 horas, que en condiciones normales, sería de 25 minutos.
Problemas respiratorios, cardiovasculares, o perjudiciales para la salud mental, son algunos de los indicios de que lo que se vive cada mañana en la conocida autopista tinerfeña, va mucho más allá del estrés, la mala calidad del sueño o la falta de paciencia.
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¿Hasta qué punto afectan las retenciones de la TF-5 a la salud de las personas? «La cuestión es que no se trata de un problema puntual. No es una cosa momentánea a la que la ciudadanía de la Isla se enfrente, sino que es diaria. De lunes a sábado encontramos este problema diariamente y, por ello, ha afectado muchísimo a la calidad de vida de las personas. Durante estos días, me ha escrito muchísima gente que, incluso, ha tenido que cambiar absolutamente sus condiciones de vida por el tema de las colas: comprar otras casas, abandonar el norte, etc. Todo ello, porque las condiciones de vida eran tan pésimas que no podían seguir así».
En su publicación hablaba del cortisol, conocida como la «Hormona del estrés». Cuando nos encontramos en uno de estos atascos, ¿cómo se activa y cómo afecta a la salud? «Principalmente, la mayor afectación que se produce cuando nos enfrentamos a estos problemas del transporte, sobre todo cuando es prologado en el tiempo, es a la salud mental. Sufre muchísimo. La gente que se desplaza no va ni cómoda, ni tranquila, y esto al final, hace que se convierta en una afección fisiológica. Las personas tienen más ansiedad y se tiende al estrés crónico, y por ende, las personas van a tender a sufrir depresión, afectación al sueño, tensión muscular, e incluso, dolor de cabeza. Al ser un problema diario y a largo plazo, el estrés se descontrola de forma que mis niveles de adrenalina y de cortisol se disparan totalmente debido a esa frecuencia, y por tanto, hay un aumento de posibilidades de sufrir enfermedades importantes: cardiacas, gastrointestinales, inmunológicas…».
«La exposición continua al estrés incrementa la hipertensión arterial, lo que aumenta las papeletas para sufrir ictus o accidentes cardiovasculares»
¿Qué relación hay con los riesgos cardiovasculares? «Muchos profesionales de la salud mental, refieren que este distrés no solo afecta a problemas mentales, sino también a problemas físicos. Es decir, una persona mayor, con problemas de corazón y bajo medicación, que todos los días se tenga que enfrentar a esta crisis del transporte, y por ello, se levante a horas muy tempranas, durante el trayecto esté estresado y nervioso, y además es víctima del cansancio, va a sufrir mucho. Al igual, que otras personas que padezcan este tipo de dolencias. La exposición continua al estrés incrementa las situaciones de hipertensión arterial, lo que evidentemente, aumenta las papeletas para sufrir ictus o accidentes cardiovasculares».
Los efectos en el medio ambiente también tienen un papel importante. ¿Cómo afecta la contaminación a los problemas respiratorios, a las personas que padecen asma o a la aparición de acné? «Cuando buscas información científica referente a los atascos, el mayor problema suele ser el de la contaminación. Al final, la masificación de vehículos en un mismo punto justifica el hecho de que existan datos que revelen que la contaminación aumenta un 40 %. El problema es que las personas se encuentran en ese meollo de forma diaria, y por tanto, nuestros pulmones sufren indirectamente. También hay personas que sufren irritación o picor de garganta, y aquellas que tengan dificultades para respirar, se les hará aun más difícil, sobre todo a largo plazo. Así, también favorece al envejecimiento prematuro porque las células sufren, y por ende, es perceptible a niveles dérmicos: la piel está más desescamada, sufre deshidratación, está más opaca, o incluso, propicia la aparición de herpes, empeoramiento de la soriasis o brotes de acné».
«Una persona que trabaje semanas alternas en Santa Cruz y viva por la zona de Santa Úrsula, pasa aproximadamente unos seis días en cola al año»
En su mayoría, los madrugones de las personas que conducen por la mañana por la TF-5 son excesivos. ¿Hasta qué punto se ve afectado el descanso? «Primero, el mensaje debe de ser claro: yo no puedo tener condicionada mi forma de vida o mi trabajo por esta crisis del transporte. Hay un importante impacto en la calidad de vida, y por tanto, se ve disminuida. Las personas están más irritadas y molestas, tienen problemas en la atención, y cómo no, también se ven afectadas en el descanso. Para tener un sueño reparador, una persona que se levante a las cinco de la mañana, debería irse a dormir a las ocho de la tarde, pero a esa hora la gente todavía está realizando actividades. Para hacer este post, nosotros calculamos que una persona que trabaje semanas alternas en Santa Cruz, de mañana o de tarde, que viva por la zona de Santa Úrsula, se estima que pasa aproximadamente unos seis días completos, o 9.000 minutos, en cola al año. Ese tiempo sale de algún lado: de mi tiempo de estudio, de sueño, de cuidarse a uno mismo…».
¿Qué inconvenientes tiene el estudiantado que reside en el Norte de Tenerife, frente a quienes viven cerca de centros de estudio? «Las personas que sufren estas colas, estas pérdidas de tiempo innecesarias, sufren consecuencias psicológicas importantes. Hay una afectación emocional: te levantas con nervios y apuros. Eso hace que se sientan realmente cansadas y abatidas, y por tanto, aumenta la tensión muscular, los dolores de cabeza, los niveles de cortisol, etc. Las consecuencias se multiplican. Por eso, una persona que viva en La Laguna no va a tener las mismas condiciones de estudio que otra que viva en Los Realejos. Cuando llegue a clase, va a estar de mal humor y desconcentrado, ya que no cuenta con esa comodidad de residir al lado del campus».
«El estrés crónico está poniendo la salud en riesgo»
¿Es posible que también se dificulte el objetivo de llevar un estilo de vida saludable? «El tiempo hay que sacarlo de algún lado. Si yo salgo a las cinco de la madrugada, cuando llegue a mi casa en Icod o en Los Realejos a las cinco de la tarde, si ya tenía cansancio acumulado por la mañana, por la tarde aumentará. Evidentemente, no tendré ganas de hacer deporte o preparar una comida saludable, porque como estoy cansado y tengo que estudiar, me haré un sándwich con un vaso de jugo y poco más, por lo que también hay afectaciones nutricionales importantes. El post de Instagram no me daba el espacio suficiente como para tratar todas estas alteraciones, porque volvemos otra vez, el enfrentarse diariamente a este problema es un tema interminable. El estrés crónico está poniendo la salud en riesgo».
¿Qué recomendaciones haría como sanitario a una persona que tiene que hacer frente a esta crisis del transporte diariamente? «Lo ideal sería que no existiera este condicionamiento para la vida de las personas. Evidentemente, todavía no hay ninguna respuesta por parte de las instituciones, mientras que la ciudadanía sigue demandando información sobre el por qué sigue sucediendo esto. Lo más importante son las estrategias para manejar el estrés, donde básicamente, se recomienda mantener una dieta saludable y dormir lo suficiente, dentro de los contextos de cada persona. Son importantes también las técnicas de relajación, las respiraciones profundas, la meditación, etc. Son herramientas que permiten tener un sueño reparador y de mejor calidad. Asimismo, muchos profesionales de la psicología recomiendan escribir los pensamientos para paliar esas afectaciones emocionales. En definitiva, hay que evitar las maneras poco saludables de lidiar con el estrés, ya sea con el tabaco, el alcohol, las comidas en grandes cantidades, la automedicación y otras sustancias. Y cómo no, incluir el buen humor y la risa frente a este tipo de situaciones».