Fernando Larraz Mora es licenciado en Bellas Artes por la Universidad San Carlos de Valencia. Ha vivido en diferentes partes del Mundo como Alemania, donde compartió talleres con artistas locales, Valencia o Tenerife, entre otros. Tiene una amplia experiencia dentro del mundo de la pintura y la docencia, ya que ha trabajado cerca de diez años para el Organismo Autónomo de Cultura de la capital tinerfeña y lleva otros veinte dando clases en su taller, lo que le ha permitido crecer como pintor y persona al poder plasmar en sus cuadros todas las vivencias que ha tenido a lo largo de su vida.
¿Por qué estudiar arte? «Es una pregunta interesante. Siempre me gustó desde pequeño, me atrajo. Al principio pensé que era solo una cuestión técnica, pero me di cuenta de que podía trascender a muchas cosas, que nos daba la oportunidad de expresarnos, lo que es muy interesante».
Muchas familias se niegan a que sus hijos o hijas estudien Bellas Artes porque es una profesión de «muertos de hambre», ¿por qué se tiene ese concepto? «No lo sé. La concepción que se tiene o tenía del artista es algo romántica, es decir, es como Van Gogh, un pobre hombre que murió sin vender nada y cuya familia se hizo rica años después en la venta de sus obras, ¿no? Ese pensamiento es muy recurrente, pero hoy en día alguien que estudie esta rama puede ser diseñador industrial o gráfico, el campo ha evolucionado».
Usted es profesor de pintura, ¿cómo fue dar clases en la pandemia? «Bastante complicado. Estuvimos sin impartir formación unos meses y, tras consultar las medidas de seguridad por la pandemia, se pudo volver, con restricciones, pero tuvimos la oportunidad. En sí, las clases seguían igual, no variaron mucho».
«He perdido mucho dinero durante la época de pandemia»
Es autónomo, por lo que, aún estando encerrados en casa, tuvo que pagar su cuota, ¿qué le parece? «Injusto, pero he de reconocer que me acogí a todas las ayudas que pude. Una de ellas me eximía de pagar la cuota de autónomo por cuatro meses, y menos mal porque he tenido muchas pérdidas».
El Gobierno ha dicho que va a dar 2000 millones de euros para Canarias y Baleares. Pero solo podrán acceder a ellos aquellas personas que hayan tenido un 30 % menos de ingresos en 2020 con respecto a 2019, ¿eso no sería excluyente para quienes, quizás, hayan tenido un 2020 bueno, pero con pérdidas? «Esa es una buena pregunta, porque yo calculé las mías y son un 28,2 %. ¿Qué hago? Tengo que tener paciencia y ver si puedo recibir algún tipo de ayuda. Ahora toca esperar a que respondan por parte de los organismos correspondientes».
¿Qué cree que se debería mejorar en las cuotas de autónomo? «Las cuotas en España me parecen brutales si las comparamos con otros países donde se favorece la creación de microempresas o se ayuda a las personas emprendedoras. En muchos, la tasa es baja o inexistente. Debería cambiarse».
«Las personas que se dedican a educar tendrían que tener mejores medios para hacerlo»
¿Piensa que la educación artística tendría que cambiar y ser fomentada entre la juventud? «Claro que sí. Creo que la educación debería cambiar mucho, pero no solo para que estudios como la pintura mejoren, ya que no es el único en caída libre. Por ejemplo, la Filosofía es otra rama olvidada que debería tener mayor peso hoy en día».
¿Cómo se mejora la educación? «Con mejores educadores, formación o condiciones laborales. Siempre hay una queja generalizada por el hecho de que se debe poner dinero en este ámbito, pero es que para mejorar algo, tenemos que invertir. La docencia exige mucho sacrificio y trabajo y, desde luego, más medios».
España es de los países con mejor formación, ¿puede ser que el sistema educativo tenga problemas para poder conseguir ese objetivo? «Sí, puede ser. La verdad es que no estoy al día de los planes de estudio, pero hay nuevas carreras multidisciplinares que tocan muchos palos y mejoran la experiencia de las personas, lo que es muy positivo».
«Las mujeres han estado sometidas al yugo masculino desde hace mucho tiempo»
¿Tiene la sensación de que este mundo de brochas y pinturas es desigual entre sexos? «Creo que a día de hoy no tanto, pero las mujeres han estado sometidas al yugo de los hombres a lo largo de la historia. Si te sales de gente como Frida Kahlo y alguna más, nadie puede decir otro nombre. ¿Significa que no existían? No, solo que imperaba un machismo y un ocultamiento de su trabajo descomunal, pero eso está cambiando».
¿Por qué en museos como El Prado o el Reina Sofía podemos ver obras Del Bosco o Velázquez, pero no de mujeres? «Hay muy poco conocido y estudiado. El Prado tiene más de un siglo de existencia y es ahora, más de cien años después, que hicieron una exposición de una artista del siglo dieciséis muy famosa por sus bodegones y retratos. Aunque hay que mirar hacia delante y ser positivo en este asunto que poco a poco va siendo más importante».
Últimamente estamos viendo obras que son catalogadas como absurdas o ilógicas. Por ejemplo, la escultura «Io sono», la cual es invisible y se vendió por miles de dólares. ¿Cree que estamos llegando a un punto donde todo vale? «No estamos hablando del arte, estamos mencionando el mercado del arte, que no es lo mismo. Es como si me preguntas sobre un mueble y una tienda de muebles, son diferentes. En una me voy a poder sentir, disfrutar de lo que veo. En la otra haré una transacción y poco más, pero hay que ver las cosas en su contexto, que después hay confusión».
¿Qué planes tiene para el futuro? ¿Alguna exposición u obra a la que prestar atención? «Pues sí. A finales de año voy a realizar una exposición individual en la sala del Museo Municipal de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife. Llevará por nombre En tierra extraña«.
