El Grupo de Investigación Contaminación y Seguridad Marina (CONSEMAR), creado en el año 2007, centra su actividad investigadora en los vertidos de hidrocarburos al mar y la seguridad a bordo de los buques. Además, se encarga de la posterior divulgación de los resultados obtenidos mediante la publicación de artículos de investigación en revistas del sector. Así como de la concienciación de los daños que se pueden producir en el medio marino mediante ferias, visitas a colegios e institutos y campus científicos, entre otros.
José Agustín González, doctor en Ingeniería Náutica, Marina y Radioelectrónica Naval y uno de los integrantes de este equipo, afirma que su prioridad es la prevención. «Por eso formamos a los alumnos de la Escuela Náutica de la Universidad de La Laguna en los medios de lucha contra la contaminación a bordo de los buques», manifiesta. Asimismo, el investigador declara que mediante el análisis de accidentes ocurridos con anterioridad «buscamos proponer técnicas y medidas para minimizar el impacto y en la medida de lo posible, tratar de que no vuelvan a producirse».
Los residuos que ensucian El Porís
El Porís, situado en el municipio de Arico, se encuentra en una zona de corrientes marinas que forman un vórtice. Es decir, un flujo turbulento en rotación espiral con trayectorias de corriente cerradas. Esto provoca que cualquier contaminante que se vierta desde la costa o en sus inmediaciones retorne de manera irremediable en la misma.»Tenemos la idea equivocada de que todo lo que vertemos de la tierra al mar desaparece en su inmensidad, pero siempre nos acaba devolviendo nuestra suciedad», subraya el docente.
El experto indica que la polución que afecta a esta playa en concreto son los microplásticos y que su origen no se encuentra en las embarcaciones, que deben registrar y controlar sus basuras, sino en la tierra. Asimismo, manifiesta que «las corrientes están devolviendo precisamente la contaminación que nosotros mismos hemos provocado en la zona y las multas son la solución para que las costas no sean cubos de basura».
«En el Archipiélago hace falta una política de reciclaje de plásticos como la de Alemania»
Por otro lado, el investigador apunta que «en el Archipiélago hace falta una política de reciclaje de plásticos como la de Alemania». En este país, los envases de este material retornan al lugar de venta y se gestionan desde allí. La medida es efectiva, porque al igual que con las bolsas de plástico, «no devolver esas botellas nos hace perder dinero». Según González, en las islas se cuenta con un sector turístico muy concienciado en este sentido, por lo que no entiende como este sistema aún no se ha implantado siendo tan sencillo.
Las consecuencias de la polución producida por los grandes buques son preocupantes, sin embargo estos son los más vigilados. Canarias, como destino vacacional, cuenta con multitud de puertos pesqueros y deportivos con embarcaciones menores. Se trata de pequeños barcos que navegan cerca de la costa y difícilmente pueden ser controlados en caso de que produzcan vertidos. «En numerosas ocasiones hemos encontrado cerca de la costa residuos de aceite, gasoil y otros carburantes o incluso, basura y restos que arrojan al mar», afirma.