Iba con prisas, ¿a dónde? No lo recuerdo. Lo único que sí tengo guardado en mi mente es que, en medio del caos y el descontrol, apareció un libro titulado Lugares donde encontrarnos, escrito por el tinerfeño Jorge Abrante Orta. Me llamó la atención su extensión y tamaño puesto que solo tiene setenta y ocho páginas. Los días siguientes estuvieron caracterizados por el correcorre, pero este pequeño conjunto de hojas escritas me miraba de manera especial desde el escritorio y no pude seguir esperando a que llegara la calma. Me lo devoré en dos tardes y disfruté como cualquier niño lo haría con una golosina.
La obra está dividida en tres partes y, dentro de cada una, el lector puede encontrarse varios textos cortos y poemas que suponen bocanadas de aire fresco en los tiempos actuales convulsos y de frenesí. Habla de políticos interesados solo en sus bolsillos, de los refugiados que se ven atados de pies y manos ante países que les niegan la ayuda y del silencio. También se encarga de pasear por una gran cantidad de sentires: amor, pasión, tristeza, soledad…
Conversación íntima con el autor
Desde el segundo apartado del libro, los escritos se convierten en un discurso del autor con él mismo donde predomina la sinceridad. Se encarga de plasmar pensamientos y sentimientos que muchas veces no somos capaces de decir en voz alta por miedo, vergüenza o inseguridad. Por ello no es difícil sentirse parcial o completamente identificado con lo que transmite.
¿Y el ambiente que se crea a lo largo de la lectura? Es mágico. Da la sensación de tener a Abrante Orta al lado, conversando contigo como si te conociera de toda la vida y supiera exactamente cómo ayudarte. Parece que ha estado durante meses escuchando tu silencio e interpretando los motivos de esa ausencia de sonido.
Esto es solo el comienzo
Aunque el escritor se formó en Ingeniería Técnica Industrial en la Universidad de La Laguna, desde muy pequeño fue muy amigo de las letras y de la literatura. En 2013 quedó finalista en el X Concurso Universitario de Relato Breve día del Libro de la ULL, pero se mantuvo un tanto inactivo hasta el pasado año 2017, cuando presentó su proyecto al Concurso con Editores del Festival Índice. Ahí lo seleccionaron y, en colaboración con el Cabildo de Tenerife, consiguió publicar su primer tomo.
Esta obra es un claro ejemplo del famoso dicho de que “lo bueno, si es breve, es dos veces bueno”. En sus poemas destacan la delicadeza y la calidad literaria y en sus textos, las metáforas, juegos de palabras y confesiones personales que son dignas de leer. Es una oportunidad para desconectar, descansar y, sobre todo, reflexionar. Las palabras de Jorge Abrante Orta son, precisamente, lugares donde conocernos y encontrarnos.