Eugenio Moya, catedrático de Filosofía de la Universidad de Murcia y coordinador del Máster Interuniversitario de Investigación, dio ayer, 17 de noviembre, una charla, en la Sección de Filosofía de la ULL, titulada Cliqueo, luego existo. En ella, hizo una reflexión sobre cómo el arte de pensar y las tecnologías de la comunicación han ido siempre de la mano. Según aseguró el experto «las tecnologías trabajan con nuestros pensamientos y tienen un gran poder que genera humanidades distintas”.
Moya comenzó la ponencia, haciendo referencia a la palabra tecnofobia, pues asegura que los medios de comunicación ofrecen oportunidades para la crítica y la propia filosofía. Además, «ha resultado ser una de las vías para empoderar a los ciudadanos, dando lugar así al gobierno del pueblo o demos«, citó el profesor.
Política, conocimiento y tecnología
El catedrático también exploró las potencialidades de la tecnología desde el punto de vista político y del conocimiento. Según el ponente, estos conforman un espacio público en el que se ordenan nuestras ideas para luego ser compartidas.
Asimismo, Moya manifestó que «la filosofía debe comprometerse con esta idea de profundizar en una democratización del conocimiento, frente a los cierres interpretativos del ámbito científico. Se debe dar a la apertura cognitiva y redes abiertas del conocimiento y, al mismo tiempo, acentuar el plano de democracias más participativas”.
En cuanto a los medios de comunicación, el ponente opinó que estos propician una nueva base material de la sociedad que contribuye a cambiar a la misma comunidad. Además, expuso que tradicionales controlaban la información de manera unidireccional y centralizada. Sin embargo, esto da un giro con las tecnocomunicaciones, más neutras y donde el poder va en todas las direcciones. “Existe por tanto, un interés emancipatorio”, reiteró Moya.
Finalmente, el ponente vinculó la Red como una manera de democracia ya que «se convierte en un espacio libre en el que la gente sin poder puede expresarse». De esa manera, terminó el profesor, las sociedades comparten su punto de vista enriqueciendo lo cultural y filosófico.