«Yo no me siento menos que un cantante, yo me considero un artista, más que DJ, que hay muchos, me considero un creador»
Héctor Couto es un DJ internacional, productor reconocido y label manager. Nació en Tenerife, concretamente en La Laguna, lugar en donde se formó y empezó a conocer el mundo de la música electrónica. Durante la última década, el tinerfeño ha conseguido consolidarse como una fuerza impulsora en la escena internacional del Tech House. Es un habitual en los mejores clubes de Europa, pasando también por América del Norte y del Sur, Australia o Finlandia.
Su relación con la música y la creatividad ha permanecido siempre. Aunque ser DJ comenzó siendo un hobby para él, siempre tuvo claro que si no fuera músico, trabajaría en el ámbito creativo. Couto se define como una persona autodidacta, la cual todo lo que ha aprendido ha sido por su cuenta e interés propio, «nunca he ido a una academia, aprendí indagando en internet, y mirando foros de productoras», explica.
Uno de sus referentes, y actual amigo, es DJ Jonay, uno de los músicos más consolidados de Tenerife. Vivir en una isla nunca fue un problema para el desarrollo de su carrera. Aunque muchos de sus compañeros de profesión le recomendaron mudarse a un lugar más céntrico, Héctor siempre ha tenido claro que prefiere volar dos horas más si al final está en su hogar.
La música electrónica no es una modalidad tan reconocida a nivel global, como sí podría serlo la música pop, aunque, el disyóquey confirma que lo es cada vez más. «Siempre fue un movimiento estigmatizado», cuenta, «ahora, se ha normalizado y es uno». Además, asegura que le parece especial que sea una modalidad más underground y menos notoria.
«El momento de conexión con el público, cuando levanto las manos y la gente me sigue, no se puede comparar con ninguna otra cosa»
Este último año ha sido duro para todos los artistas, donde se ha visto limitado el desarrollo de su actividad. El tinerfeño alude a la gestión del Gobierno durante la pandemia, donde, desde su punto de vista, los artistas han sido los «grandes olvidados, entre muchos». Sin embargo, estos meses han sido una «temporada para el aprendizaje».
En su caso, invirtió todo el tiempo en el que nos tuvimos que quedar en casa para adentrarse en una nueva disciplina: la transmisión de conocimientos. Nunca antes había dado una masterclass, y pensó que este era el momento idóneo para hacerlo. Primero dio una clase en inglés, afrontando las barreras que eso podía ocasionar, y tras recibir tan buen feedback, decidió seguir.
Aunque empezar con esta iniciativa le acercó un poco más a su mundo perdido, explica que ha echado de menos viajar y conectar con el público, que es todo lo bueno que conlleva su trabajo y lo que le da satisfacción en el día a día. «El momento de conexión con el público, cuando levanto las manos y la gente me sigue, no se puede comparar con ninguna otra cosa», añade emocionado.
«El nivel de fanatismo que existe en Argentina nunca lo podría comparar con otro lugar del planeta»
Meses antes de que la OMS declarase la emergencia sanitaria, el DJ dio, en el mes de febrero, su última gira. Recorrió diferentes lugares de Colombia, como Medellín o Pereira, y después finalizó con tres fechas más en Argentina, país que admira. Confiesa que son muchas las razones por la cual Argentina es su destino favorito pero, la principal, es el público. «El nivel de fanatismo que tienen con la música es indescriptible, su nivel de disfrute no lo podría comparar con otro lugar del planeta en el que haya estado», confiesa.
Durante esta gira lo acompañó su amigo Alex Xela, filmaker especializado, con el cual grabó un pequeño documental que saldrá a la luz en las próximas semanas. En él se muestra como es el día a día de Héctor Couto, toda aquella parte de su faceta como DJ que se desconoce: las horas de vuelo, los lugares que visita, las personas que conoce, sus sensaciones… En definitiva, todo lo que conlleva su pequeño mundo, y lo que menos conoce la gente de esta profesión.