«Queridos lectores, ¿me echábais de menos?», Lady Whistledown está de vuelta en la segunda temporada de Los Bridgerton. La cotilla más famosa de Londres vuelve a deleitarnos con los escándalos y secretos de la alta sociedad londinense. En esta ocasión, Anthony Bridgerton (Jonathan Bailey), el primogénito de la familia declaró que, tras un desencuentro amoroso, estaba listo para cumplir su obligación y sentar la cabeza en matrimonio, pero ¿está preparado?
La Temporada Social ha comenzado, y las jóvenes empiezan a revolotear sobre el soltero de oro del momento, pero todo cambia cuando la reina (Golda Rosheuvel) señala a su diamante en el baile que ella misma concede: Edwina Sharma (Charithra Chandran). ¿Quién mejor que la elegida por la soberana para casarse? Así comienza el juego de seducción por parte del mayor de los Bridgerton, pero, como en todas las historias, siempre hay obstáculos, y este es la hermana mayor a quien pretende el vizconde.
Kate Sharma (Simone Ashley) es orgullosa, testaruda y poco complaciente con los demás. A la edad de 26 años es considerada una solterona por la mayoría de las personas, pero no es algo que le importe. Su principal deseo es ver a su hermana Edwina felizmente casada para poder ser libre de toda obligación y volver a la India.
La menor de las Sharma es una chica encantadora, bien educada, culta y un buen partido para cualquier hombre, pero hay un problema, no aceptará a nadie sin la aprobación de su hermana mayor, quien la protege de cualquiera que intente hacerla daño. Anthony Bridgerton acepta el reto pero, como en todo, las cosas no van a ser tan fáciles como parece.
La nueva temporada tiene una diferencia con la primera: las escenas de sexo son casi inexistentes. Para muchos algo malo, pero, por suerte para la mayoría, la serie no pierde ese ritmo trepidante que tanto la caracteriza, haciéndola un poco mas madura que la anterior y dándole importancia a mas personajes secundarios.
La trama gira en torno a Anthony, Kata y Edwina y su triángulo amoroso. Aunque, quizás no es tanto este trío romántico, sino, más bien, la capacidad que tenga el vizconde para aceptar realmente sus propios sentimientos y destruir esa coraza que lleva tantos años forjándose contra los demás.
La temporada comienza como una alegre comedia romántica, pero, tras sus primeros capítulos, el triángulo amoroso comienza a convertirse en un tormentoso sufrimiento para ellos. Sin escenas de luna de miel o situaciones de similar corte, la tensión que se palpa entre los protagonistas, cuya química es innegable, hacen que el público grite: «¡Queréis besaros ya¡»
La historia, que para muchos puede carecer del espíritu de la primera, hace un guiño a otras subtramas que, por lo que se entiende, van a tener un peso muy importante en el futuro. Las escenas de la matriarca de los Bridgerton, Violet (Ruth Gemmel), la rebeldía de una de sus hijas, Eloise (Claudia Jessie), la pelea con su propio alter ego por parte de Penelope Featherington (Nicola Coughan) o las propias aspiraciones del hermano de Anthony, Benedict (Luke Thompson).
La trama, aunque de una forma algo oscura, atrapa. Los personajes, muy bien delineados, harán las delicias de quienes se consideran amantes de las novelas románticas, y su final no dejará indiferente a nadie. Ahora, la cuestión que nos tendría que venir a la cabeza sería ¿será un buen final o el sufrimiento está asegurado? Como diría Lady Whistledown: «Querido lector, en el amor y en la guerra, todo vale».