La ganadería fue, junto a la agricultura y la pesca, uno de los sectores más influyentes en las Islas hasta el auge del turismo. Pocos son los rincones en el Archipiélago que aún mantienen viva esta actividad y, en la mayoría de los casos, esta tradición recae en los más mayores. Para Alexander López, lo que comenzó como un hobby, se ha acabado convirtiendo en un modo de vida. La ganadería y la elaboración del queso son parte de su día a día.
A sus 31 años de edad, López es el propietario de la Quesería Naturteno, ubicada en el Caserío de Teno Alto en el municipio de Buenavista del Norte. Su pasión por el mundo de la ganadería se inició hace algunos años y, en la actualidad, cuenta con 160 cabras que producen la leche con la que elabora el queso que posteriormente comercializa.
“Lo habitual es que el ganado duerma suelto y que luego pastoree por la zona”
La jornada en la quesería empieza temprano, en torno a las 7.00 de la mañana, aunque en tiempo de zafra se adelanta algunas horas. “Lo habitual es que el ganado duerma suelto y que luego pastoree por la zona”, afirma López. A las 11.00 horas, ya se encuentra en la granja para ser ordeñado. Este emprendedor arrancó su andadura con la elaboración del queso hace aproximadamente 11 años.
Después de estudiar Capacitación Agraria, López se aventuró en el cultivo de flores en esta misma localidad. A pesar de ello, siempre tuvo la ilusión de criar ganado. Hace 6 años, se mudó a Naturteno, donde elabora aproximadamente 20 quesos diarios, dependiendo de la temporada y el peso. Antes ya había estado en otra quesería algunos años. Su elaboración artesanal destaca por el semicurado ahumado.
“El producto se elabora con leche cruda y se cuaja con su propia temperatura”
La labor en la quesería se extiende hasta entrada la tarde. Tras recoger la leche de las cabras, comienza el proceso de cortado y cuajado. El queso se elabora con leche cruda y “el lácteo se cuaja con la temperatura que tiene después de ser extraído del animal”. Una vez finalizado el proceso se desuera y se pasa el producto a los moldes. Luego, el queso pasa a la prensa.
López es el ganadero más joven de las siete queserías que hay registradas en el municipio norteño. Su esfuerzo, trabajo y dedicación le han hecho merecedor de algunos galardones. Entre ellos, destacan una medalla de plata en la categoría de semicurados en el GastroCanarias 2016 y una medalla de bronce en esa misma clasificación en la Feria de Pinolere 2018.
«Si hace algunos años me hubieran preguntado, creo que no me hubiera imaginado trabajando aquí”
La venta del producto se realiza en la propia explotación y los sábados en el mercadillo de Buenavista. A pesar de ello, asegura que “hay mucho extranjero de paso y cliente fijo que se acerca hasta Teno a comprar”. El queso se vende fresco o semicurado. El segundo, tras la primera elaboración, permanece 5 días criando corteza al aire y luego 10 o 15 ahumando.
«Si hace algunos años me hubieran preguntado, creo que no me hubiera imaginado trabajando aquí”, expone. La labor en la quesería es continua durante todo el año y aunque en verano la producción y la venta del queso disminuyen, este es un trabajo poco compatible con el descanso.
“Quiero adaptar la explotación ganadera para que sea visitable”
“No sé dónde acabaré, pero creo que mi futuro está en la quesería”, asevera López. El ganadero pretende reducir el número de animales y combinar la labor que realiza: “Quiero adaptar la quesería para que sea visitable y se conozca mejor la elaboración del queso de cabra”. En un ambiente rural, Alexander, como es conocido entre sus amigos, seguirá elaborando queso de cabra, una labor extinta entre los más jóvenes.