Madrid no solo es sinónimo de vida, cultura y diversidad, también es un lugar que aglutina diversos puntos de referencia para nuestro país. De la capital española parten todos los caminos, por ello desde ahí podemos ampliar miras, ir a otras ciudades y, por ejemplo, hacer excursiones a Ávila, tours por Salamanca e, incluso, excursiones a Segovia desde Madrid. Además, en pocos kilómetros, podremos disfrutar, también, de otra ciudad emblemática, Toledo. En cualquier caso, preparemos la maleta y despleguemos el mapa para recorrer la mayor metrópolis de nuestro territorio.
Gran Vía
La Gran Vía es una arteria mucho más joven de lo que puede parecer. En el siglo XIX la ciudadanía madrileña necesitaba una calle que conectase las ramificaciones periféricas del noroeste y del centro y, además, un lugar donde transitar por el núcleo de la ciudad. Así, entre la Calle Alcalá y la Plaza de España, desde su inauguración en 1924, podemos disfrutar de un lugar repleto de luz, cultura y color. Sin duda, los teatros con grandes producciones, la Plaza del Callao y los enormes edificios protagonizan el goce que supone pasear por esta calle.
La emblemática Puerta del Sol
Como cada 31 de diciembre, la parada en La Puerta del Sol es obligada. Para conocer los orígenes del actual icono nos tenemos que remontar al siglo XV donde, por aquel entonces, Madrid estaba rodeada por una muralla y uno de los accesos a la ciudad era por esta puerta que tenía un sol en la entrada para poder identificar el levante. Aunque el edificio que preside la plaza fue usado como Real Casa de Correos, desempeñó muchas funciones a lo largo de su historia, como, por ejemplo, de Ministerio del Interior durante el franquismo. Ahora, convertido en la Sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, observa como miles de transeúntes disfrutan de una plaza que nos avisa de lo rápido que pasa el tiempo.
En el mismo centro, a quince minutos caminando desde Sol nos encontraremos con el Museo del Prado. En él, de lunes a domingo y con visitas guiadas para entender en profundidad toda la producción artística que alberga, podremos asistir a ver, por ejemplo, Las Meninas de Velázquez o, también, el famoso Guernica de Picasso. En cualquier caso, pasar por este museo supone recordar la inmensidad del arte español.
La magia de Malasaña
En nuestra andadura no podemos olvidar al barrio de Malasaña. Este congrega, sin duda, todas las cafeterías, locales y tiendas más dispares y mágicas de la ciudad. La historia le ofrece el nombre que proviene de Manuela Malasaña quien, en 1808, murió asesinada por las tropas francesas en la invasión de Madrid. Dos siglos después, el teatro Maravillas, la calle Pez, la plaza de La Luna o la Dos de Mayo le dan vida a un lugar irresistible para pasear, fotografiar o, simplemente, respirar y disfrutar.
El regalo egipcio
El Templo de Debod se encuentra tras la plaza de España. La construcción arquitectónica del siglo II a.c, fue un regalo que hizo el gobierno egipcio a España cuando, por la construcción de una presa, tenía riesgo de quedar inundado. Visitarlo de día supone admirar, casi con perplejidad, la dificultad de haber transportado y reconstruido una obra con tanta historia. Pero el mejor momento en el que puedes ir es al anochecer. Los colores del cielo contrastan a la perfección con las sombras que forma en el templo, además, los colores y el reflejo del agua te transportarán a otros mundos.
Hablar de lugares que visitar en Madrid es proponerte una lista sin fin. Por ello creo que algo que también debes hacer es olvidar los mapas, salirte de las rutas y de lo establecido. Debes caminar sin parar para perderte en cualquier calle que confeccionada con magia, alberga alguna cafetería, librería, exposición, rincón o teatro, para que así entiendas que la vida madrileña, no solo no descansa, sino que devuelve la felicidad a quienes deciden respirar el aroma indescriptible de la capital española.
