La obra teatral Más allá de la Isla de los Pijamas cautivó el corazón del público presente en el Teatro Leal de San Cristóbal de La Laguna el pasado domingo, 26 de febrero, con el espectáculo que dio comienzo a las 12.00 horas. Durante una hora y veinte llena de emociones a flor de piel, la función trató de representar la lucha de los niños y niñas que padecen cáncer con un juego dedicado a quienes ingresan sin saber lo que va a ocurrir y menos aún lo que deben hacer.
El espectáculo dio comienzo con un vídeo producido por Alejandro Morán en el que, con una consecución de imágenes y la voz de una niña de fondo que se preguntaba: «¿Qué es la vida?», se ofrecieron numerosas posibles respuestas, demostrando que hay que tropezar, levantarse y continuar a pesar de las dificultades. «Alegría y diversión, dos palabras que te ayudan a caminar y vivir», expresó la joven.
Para introducir la obra, en el corto reproducido, un doctor del Hospital Universitario Materno-Infantil de Canarias informó a dos madres y un padre sobre la situación que iban a vivir, la cual debían afrontar con esperanza, fuerza e ilusión. Además, contó con la intervención de una voluntaria de la Asociación Benéfica Ya Era Hora, con los que colabora el centro médico desde 1995, y que realiza actividades para amenizar la estancia a las personas diagnosticadas.
«Juntos y juntas lucharemos, jamás nos rendiremos, juntos y juntas lo conseguiremos»
El lema: Juntos y juntas lucharemos, jamás nos rendiremos, juntos y juntas lo conseguiremos, de quienes protagonizaban la función teatral, se escuchó alto y claro. Tras ellos y ellas se representó el sueño de una de los personajes que consistía en una isla a la que llamó Más allá de la Isla de los Pijamas, transformando así el hospital en el bosque deseado por la actriz.
En este sentido, los personajes debían adquirir una pócima mágica que les daría fuerzas para comenzar el juego pero tendrían que quitársela a unos bichos que simulaban el cáncer, quienes en su presentación en escena y a través de una canción se definían como: «unos bichos grandes que poseen el poder».
El Capitán Doc hizo especial hincapié en la importancia de la buena y variada alimentación de frutas, verduras, pescados o carnes, puesto que eran los complementos indispensables para el funcionamiento de la poción que necesitaban adquirir. De nuevo, se les presentó la misión de adentrarse en el laboratorio y arrebatar la Mercaptopurina, una nueva poción de color rosado que estaban creando y que era indispensable para avanzar hacia la cura.
En la escena final el elenco descubrió el árbol sagrado de la esperanza, más conocido en la Isla como quimio, que poseía distintas luces para simular la cura de la enfermedad e iluminar el cuerpo de quienes lograran batir al cáncer. El público acabó conmovido por la historia y el mensaje que transmitió el Capitán Doc para concluir: «Hay que recordar que ante cualquier problema o enfermedad debe estar la lucha, fuerza y esperanza porque la vida es un camino muy largo, son muchas cosas, pero la vida es lo que tú quieres que sea».