Pese a que hace pocos años existía escepticismo sobre sus resultados, cada vez son más los centros sanitarios que incorporan la medicina integrativa en el proceso de curación del paciente. En concreto, el Hospital San Roque Vegueta es pionero en el uso de terapias complementarias como taichí, yoga y acupuntura en el tratamiento de las enfermedades. Esta disciplina no sólo atiende al tumor, sino también al ánimo del enfermo, fundamental para superar y afrontar la patología. Algo que cada vez es más solicitado por los pacientes oncológicos o con enfermedades crónicas.
Juan Carlos Durán, cirujano vascular: “La salud integrativa no cura pero mejora la calidad de vida del paciente”
Además, este tipo de tratamientos tienen estudios sobre coste-efectividad. Comparado con el procedimiento convencional, cuando aplicamos la terapia como la acupuntura o la homeopatía, podemos reducir el número de fármacos y son más económicas. Juan Carlos Durán, director médico de la unidad en este hospital asegura que: “la salud integrativa no cura pero aporta mucho en la mejora de la calidad de vida del paciente y su entorno familiar al disminuir la ansiedad y controlar el estrés, al estimular la actividad física y al reeducar al paciente en sus hábitos nutricionales saludables”.
David Elhajje Wehbe, nutricionista y especialista en PNIE (Psiconeuroinmunoendocrinología) trabaja en el Instituto de Cirugía Avanzada (ICA) en el Puerto de la Cruz. El experto afirma que el objetivo principal consiste en dotar al paciente de lo que mejor convenga en cada caso, siempre individualizando los tratamientos y, casi siempre, desde un tipo de medicina multidisciplinar donde diferentes especialistas atienden a un mismo paciente en su proceso de curación.
La Oncología es una de las disciplinas que a día de hoy está integrando más este concepto. La combinación de estas medicinas busca mejorar la calidad de vida de las personas, pero no solo a través de un tratamiento biológico, sino importa también los aspectos mentales y los espirituales.
David Elhajje, nutricionista: “Las autoridades sanitarias deberían implantar programas de este tipo en España“
En este tipo de programas hay dos aspectos muy importantes: el nuevo papel que tiene el profesional, no solo el médico, sino también enfermeros, nutricionistas y psicólogos. Y el papel del paciente, el cual tiene un rol esencial en su patología y por lo tanto debe coparticipar y ayudar al equipo. Por otro lado, el especialista considera que “las autoridades sanitarias deberían valorar e interesarse sobre lo qué se está haciendo en otros países como Alemania, Inglaterra o Estados Unidos, para ver las posibilidades de implantar programas de este tipo en España en equipos de atención primaria de salud”.
Una cuestión de dinero
Hoy en día, la salud se ha convertido en un negocio que beneficia mayormente a quienes producen y comercializan los medicamentos, la industria farmacéutica. Pero, las multinacionales no son las únicas responsables del consumo desenfrenado y abusivo de los fármacos. ¿Es necesario consumir tantos a diario? ¿La sociedad es cómplice de este negocio sanitario?
Según un estudio de la Fundación Farmaindustria, por cada 100 000 habitantes españoles, 43 198 son consumidores de medicamentos, es decir más de un 40 % de la población. Por esa razón, el alto grado de medicalización es quizás uno de los ejes centrales de la situación actual.
Muchos problemas de la vida cotidiana se convierten en problemas médicos y lo que es más importante, son tratados y remediados desde la medicina química, cuando tal vez no es necesario. Algunos expertos, como el filósofo y economista Germán Velázquez, afirma que “el 80 % de los fármacos sólo tratan, en vez de curar, para ser rentables para la industria».
La masajista, osteópata y homeópata Ángela Vega Melián señala que “dar pastillas para todo es un auténtico error”. La especialista en naturopatía asegura que cada día más las personas buscan la ayuda en la medicina natural, “la cual ofrece un amplio campo en terapias no agresivas y si muy efectivas”. En la actualidad, se ha avanzado en propuestas terapéuticas alternativas, donde se pueden tratar todas las patologías y todas las enfermedades sin efectos secundarios.
Uno de los puntos sobre los que más se ha debatido, es si los productos naturales deberían ser financiados por la Seguridad Social. Los profesionales que trabajan en este campo, manifiestan que dado los beneficios que conllevan en el paciente, si deberían de serlo. De esta forma, es el enfermo quien elige con que quiere tratarse, que no sea por imposición, ya que ahora no pueden elegir y si quieren hacerlo se lo tienen que pagar ellos.
