El Parlamento canario fue elegido el pasado mes de noviembre para presidir el grupo de trabajo de Movimientos Migratorios y Derechos Humanos de la CALRE (Conferencia de Asambleas Legislativas Regionales Europeas). Su labor consiste en elaborar un informe que «arroje algo de luz sobre aquellos que no son visibiles en esta crisis migratoria que vive la Unión Europea» y el reto de «abrir un proceso de reflexión para saber cuál es el camino a una UE más social y solidaria basada en el modelo que ya hemos construido». Se tratará, pues, de un informe “testimoniado, con el relato de quien ha trabajado esta materia sobre el terreno”, según los encargados de producir el texto.
En el marco de este grupo de trabajo tuvo lugar ayer viernes 7 de abril un diálogo cuyo tema principal giró en torno a los procesos migratorios y su relación con los Derechos Humanos. Para ello, contó con la presencia de Samï Nair, politólogo francés, pensador y exeurodiputado del Parlamento Europeo, y Javier de Lucas, catedrático de la Universidad de Valencia especializado en Filosofía del Derecho y Filosofía Política.
La charla empezó con una reflexión de Carolina Darias, presidenta del Parlamento, en la que hizo alusión a la crisis de identidad que vive Europa: «¿Es esta la Europa que hemos soñado?, se preguntó la máxima dirigente de la Cámara. Continuó con una dura crítica al acuerdo firmado por la UE con Turquía, que según Darias se corresponde con «una Europa que no se conoce a sí misma, desorientada y sin rumbo». Lamentó, además, que nuestras costas se hayan convertido «en un cementerio de vida y esperanza», haciendo alusión a los más de 10 000 emigrantes que han muerto en el Mediterráneo intentando llegar a suelo europeo.
«Procesos interconectados de una realidad compleja»
Naïr y de Lucas comenzaron sus intervenciones agradeciendo al Parlamento de Canarias la posibilidad de poder hablar para «un auditorio que cuenta con varios legisladores», haciendo referencia a los diputados regionales presentes, entre los que se encontraban Cristina Tavío (PP) o José Miguel Ruano (CC). El profesor francés hizo hincapié en que tanto la crisis económica, como la crisis de identidad y la crisis migratoria son «procesos interconectados de una realidad compleja», al mismo tiempo que criticó abiertamente la política europea de gestión de los flujos migratorios: «La UE sólo ha tenido en cuenta sus intereses porque tiene una concepción mercantil de la inmigración: cuando interesa, abrimos puertas; cuando no: o no les dejamos entrar o los aislamos en un ghetto».
De Lucas, por su parte, prefirió basar gran parte de su participación en explicar con una parábola bíblica que todos, en algún momento u otro, «hemos sido emigrantes que huimos para buscar una vida mejor», haciendo referencia a la expulsión de Adán y Eva del Paraíso, recogida en los libros sagrados del cristianismo. El catedrático también hizo un repaso pormenorizado de todos los conflictos que actualmente están generando desplazados: desde Siria y Yemen pasando por Iraq o Birmania. «El mayor peso no lo está soportando Europa, ni mucho menos. Asia y Oriente Medio dan cabida a más del 80 % de los demandantes de asilo».
Al finalizar el acto, el Parlamento de Canarias obsequió a los dos participantes invitados con una pequeña réplica de la escultura de Martín Chirino que corona el tejado del edificio de la Cámara autonómica. «Una escultura que representa que los sueños de los pueblos se pueden alcanzar y realizar», subrayó la presidenta.
