La rigidez de una célula revela muchos datos sobre su buena salud. Las cancerosas, por ejemplo, son más blandas de lo habitual, mientras que las afectadas por asma más duras. Ingenieros del Massachusetts Institute of Technology (MIT) han desarrollado un método simple y no invasivo para observar las propiedades elásticas de las células. Este se basa en la observación del movimiento de las células a través de un microscopio confocal estándar.
Esto supone reducir costes y esfuerzos respecto a los métodos utilizados actualmente, como los microscopios atómicos o las pinzas ópticas. Para llevarlo a cabo, el equipo de investigadores se ha basado en la Relación de Einstein. Esta ecuación permite determinar las propiedades mecánicas de un material en equilibrio al observar sus movimientos.
Pero el grupo de científicos tuvo que enfrentarse a una gran dificultad. Para que la relación pueda ser aplicada a la célula los movimientos deben ser únicamente producidos por su temperatura y no por ninguna fuerza externa. Tras un largo estudio descubrieron que observar las células durante un corto periodo de tiempo les permitía desechar las vibraciones producidas por proteínas, moléculas u otros procesos activos ajenos a la temperatura.
Ming Guo, profesor auxiliar de Ingeniería Mecánica del MIT , afirma que «esta técnica permite a los médicos y a los biólogos determinar las propiedades materiales de una célula de forma muy rápida y no invasiva». Guo y el estudiante egresado de la misma institución Satish Kumar Gupta, han publicado sus resultados en Journal of the Mechanics and Physics of Solids.