Orgulloso de ser español

Opinión

¿Han leído el titular, no? En principio, no parece una frase ofensiva ni hiriente. Sin embargo, posiblemente alguno de los lectores ya me haya calificado en su cabeza con un adjetivo nada agradable. Se preguntarán por qué y la respuesta es bastante sencilla. Aunque parezca mentira, España es de los pocos países en los que sentir orgullo patrio está mal visto por ciertos sectores de la sociedad. Para muchas personas, lucir la bandera española, la constitucional, y emocionarse con el himno es sinónimo de ser un facha y un antiguo.

Sinceramente, no perdería ni un solo segundo de mi tiempo en hablar de esto, si no fuera porque aprecio que este mensaje está calando entre buena parte de los jóvenes. En los últimos meses se han visto tweets, memes o ciertos comentarios en redes sociales en los que se ridiculiza a los patriotas y se les llama de forma directa o indirecta fascistas.

Hay varios motivos fundamentales que explican este comportamiento. En primer lugar, la relación que se le atribuye a los símbolos nacionales con la derecha española. Para muchos, ser patriota es igual a ser votante del Partido Popular y como, según su razonamiento, los votantes de ese partido son unos fachas, los patriotas también lo son. Esa tan sencilla como errónea conexión mental provoca odio y resentimiento hacia todo lo relacionado con España.

«La presencia de partidos de extrema izquierda en los últimos años ha echado más leña al fuego»

Además, la presencia de partidos de extrema izquierda en los últimos años ha echado más leña al fuego a la cuestión. Un claro ejemplo es el caso de Podemos, cuyo líder reconoció abiertamente que no «puede utilizar la bandera rojigualda ni decir España» ya que supuestamente representa al bando ganador de la Guerra Civil.

Esto último tiene relación con la siguiente falacia que me dispongo a desmontar . No son pocas las personas que consideran que la bandera española y el himno tienen orígenes franquistas y por ello no se sienten representados con su uso. Me pregunto si es tan difícil abrir un libro o googlear acerca de los orígenes de estos símbolos, en vez de decir sandeces sin ningún tipo de fundamento. Tanto la bandera española como la Marcha Real se crearon en el siglo XVIII, es decir, dos siglos antes de la dictadura. Por lo tanto, este argumento cae por su propio peso si buscamos un mínimo de información sobre el asunto.

Por otra parte, el hecho de que en determinadas situaciones, propicias para manifestar el sentimiento patrio, algunos energúmenos, por llamarles de alguna manera, hayan aprovechado para entonar Cara al Sol o hacer gestos fascistas con la bandera colgada a su cuello también ha ayudado a que crezca esta mentira. Un claro ejemplo, lo vimos el pasado septiembre con la manifestación a favor de la unidad de España en Madrid en la que un grupo de personas empañaron el evento haciendo reivindicaciones a favor de la dictadura.

«Parece absurdo renegar de la nacionalidad por el hecho de que los políticos no hagan bien su trabajo»

Otra de las razones que explica este sentimiento antipatriótico radica en el hecho de relacionar la imagen de España con las acciones del Gobierno de turno. La corrupción, los recortes o la crisis económica han provocado un desapego y una desconfianza en la nación que bajo mi punto de vista no está justificada. Parece absurdo renegar de la nacionalidad por el hecho de que los políticos no hagan bien su trabajo, es como dejar de ser de un club de fútbol porque no te gusta un jugador del equipo. El nombre de España debe estar muy por encima de eso. Hay motivos de sobra para sentirse orgulloso de haber nacido en este país, y quien no me crea que mire nuestro sistema sanitario, de los mejores del mundo le pese a quien le pese, nuestro amplio patrimonio cultural o el dato de turistas que nos visitan año tras año.

Es intolerable que en un país democrático los patriotas se sientan cohibidos para expresar sus pensamientos por miedo al qué dirán. Además, resulta irónico que sean las personas que les etiquetan de fachas las que realmente están actuando de esa manera, no respetando su libertad de expresión y etiquetándoles de manera injusta.

Lo único que pido con este artículo es respeto. Si usted no está de acuerdo con mi opinión, le entiendo, pero le imploro que antes de calificarme de manera negativa se moleste en conocerme. En cambio, si está de acuerdo le invito a hacer un pequeño ejercicio. Deje el miedo a un lado y trate de expresar lo que siente. Caliente sus cuerdas vocales, coja aire, coloque la boca en posición y diga abiertamente :»Yo, me siento orgulloso de ser español». ¿A que suena bonito?

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Estudiante de Periodismo en la Universidad de La Laguna. Apasionado de las letras y la información. En este medio espero poder compartir mi pasión con todos nuestros lectores y ofrecer un periodismo cercano, fresco y de calidad.

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